En Villarrubia de los ojos del Guadiana, año de 1670. Gabriela Josefa de Salcedo, muger de Gerónimo de Alises, estuvo tres días de parto, no siendo posible parir, padeciendo terribles dolores de muerte, y hallándose a todo esto presente su esposo, que era muy devoto de N. P. S. Antonio, y siempre celebraba sus fiestas con particular afecto y regocijo; por cuya causa su esposa, en diferentes ocasiones, se disgustaba con él, y aun le reprehendía, para que dexase tanta devoción, juzgando, que como era pobre, y hacía en esto algunos gastillos, que le faltaría para su alimento; y viendo el dicho Gerónimo de Alises a su esposa en tan evidente peligro, y que aunque invocaba a diferentes Santos, que la favoreciesen, no se acordó, por falta de devoción o por olvido, valerse del patrocinio de S. Antón, la aconsejó, que le llamase en su amparo, y vería como Dios la socorría; y así que se valió de su intercesión, la que no podía parir, parió una niña buena y sana, metida dentro de un zurrón, impre