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Jorge Ordaz
Jorge Ordaz es escritor. Ha sido profesor titular en el Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo y es miembro del Instituto Feijoo del Siglo XVIII. Tiene publicados dos libros de relatos y seis novelas. Ver todo mi perfil
En shock. Nunca había leído a nadie referirse al dinero como un fin en sí mismo con tan avasallante contundencia y poética desfachatez. Supongo, para mi horror, que éste sujeto verbaliza lo que es la nota dominante en el inconsciente colectivo de nuestra época y otros muchos no se atreven a decir. A menos que queramos encontrarnos con éste tipo de personalidades psicopáticas cada vez con más frecuencia la abolición del dinero debe producirse de inmediato, pero no como una utópica propuesta maximalista sino como la única forma de realismo posible. Casi 60 años después, el slogan acuñado por los Diggers cobra aún mayor vigencia si cabe:
ResponderEliminar"El dinero es un demonio innecesario"
En una sola frase este tipo resume lo que es el capitalismo más salvaje.
EliminarMayor concisión no cabe.
ResponderEliminarNada nuevo bajo el sol: Hace mucho el dinero, mucho se le ha de amar.
ResponderEliminarEs un concepto muy material del dinero: le duele doblar los billetes. Es la pasión por el tacto del dinero, aunque sea de papel. Con el oro supongo que la sensación puede ser mucho más potente. Estilo Tío Gilito (los mozalbetes dirían "rollo Tío Gilito"). Pero el capitalismo es más de invertir el dinero para ganar más dinero, que de coleccionarlo.
ResponderEliminarPero también es posible una relación más razonable con el dinero: quererlo para darle un buen uso. Por ejemplo: "Una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir novelas" (Virginia Woolf, Una habitación propia).