Sobrevivir no siempre es salvarse, salvarse en cuanto a condiciones de vida necesarias, a calidad, a gestión de una vida que no implique un sufrimiento insoportable o un dolor angustioso. No podemos engañarnos al creer que toda fortaleza humana puede soportar cualquier grado de dolor pero sí aprender a gestionarlo de la mejor manera posible. Entendamos la vida como un cuaderno de bitácora, cuyas anotaciones al margen son las cicatrices internas o externas que nos han asignado los diferentes golpes -y también dicha- que han transformado lentamente nuestro cuerpo y pensamiento, nuestra actitud y creencias hasta convertirnos en quien somos ahora. Supervivencia es seguir viviendo de un modo consciente y con un valor que exige una actitud reflexiva más allá de toda vida que sólo supone una superficie plana que cubrir con banalidades y momentos que se diluyen una vez vividos como el agua entre las manos. Vivir es siempre algo más. Supervivencia es haber logrado impregnar de cierta trascend