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Mostrando entradas de diciembre, 2020

Casa de postas

  El día 1 de enero de 1868 los hermanos Goncourt escriben en su Diario :  ¡Vamos, un nuevo año... Todavía una casa de postas, según la expresión de Byron, donde los destinos cambian de caballos! Y a esta casa de postas hemos llegado físicamente agotados, anímicamente hartos, con las mascarillas puestas y el distanciamiento obligado. Sin podernos saludar o abrazar como es debido y con todas las dudas del mundo acerca de lo que nos deparará el futuro más inmediato. Por desgracia, no estamos todos. Faltan viajeros. Porque a lo largo del camino nos han dejado seres queridos, familiares, amigos, a los que siempre echaremos de menos. A ellos nuestro recuerdo emocionado.    Aún así, aquí estamos. A la espera de que lleguen los caballos de refresco. Dispuestos a emprender un nuevo trayecto e impacientes por abandonar este año infausto que ahora termina. Eso sí, aferrados con firmeza a una vaga esperanza y deseando, con más fuerza que nunca, que el nuevo año sea mucho mejor y más saludable.  

Privilegios de aldea

  Es previlegio de aldea que cada vecino se pueda andar no solamente solo, mas aun sin capa y sin manteo, es a saber, una varilla en la mano, o puestos los pulgares en la cinta o vueltas las manos atrás. No pequeña sino grande es la libertad del aldea, en que si uno no quiere traer calzas trae zaragüelles; si no quiere traer capa, ándase en cuerpo; si le congoja el jubón, afloja las agujetas; si ha calor ándase sin gorra; si ha frío, vístese un zamarro; si llueve mucho embístese un capote, si le pesa el sayo, ándase en calzas y jubón; si hace lodos, cálzase unos zancos, y si hay algún arroyo, sáltale con un palo (...) No gozan deste previlegio los que moran en la villa o ciudad; porque allí acontesce el marido no salir de casa por tener la capa raída y la mujer no ir a misa por falta de ama. (Fray Antonio de Guevara, Libro llamado menosprecio de corte y alabanza de aldea , Valladolid, 1539. Edición de Martín de Riquer. Luis Miracle, editor, Barcelona, 1943).

Feliz Navidad (a pesar de todo)

  Que tus días sean alegres y brillantes; y que todas tus Navidades sean blancas. ¡FELICES PASCUAS!   (Coro de allegados en Navidades blancas , 1954, de Michael Curtiz. Letra y música de la canción: Irving Berlin).     

El gallitigre

  Corría, pues, el año 2223. El gaterátops y la velocipolla descansaban en un claro del bosque de Capargatián cuando, de súbito, un levísimo cacareo reventó sus tímpanos hipersensibles.     -Sé que no es posible, pero estoy seguro de que eso ha sido un gallitigre -dijo la velocipolla.     -Aunque los gallitigres se extinguieron con los hombres, creo que tienes razón -concedió el gaterátops-. Ese cacareo no es de un gallodrillo normal.     -Hagamos una reunión -dijo la velocipolla-. Adelantémonos al gallitigre, si es que hay un gallitigre al que adelantarse.     -Llamemos a todos los representantes al bosque -añadió, excitado el gaterátops-. Llamemos al cococeronte para intimidar, al mamuteronte, para sembrar el terror, a la gargolatija para esquivar dentelladas, al monoburón para enseñar el culo y ofender, a la mofetuga para maloler lentamente, al osoquito para picar y atacar a zarpazos, a la pulgaraña patra tejer una red, a la sanguichuza para darnos licores, al garrapato para escribi

La mujer caballo

  Otra escena que me conmueve es la que sobre San Macario nos cuenta la Historia Lausíaca del Paladio. Relata este libro que un hombre al llegar a su hogar encontró a su mujer convertida en un caballo. La escena parece recién nacida de la imaginación de Max Ernst, sacada de unos de sus collages surrealistas, concretamente de "Une semaine de bonté". El hombre obiavemente ha quedado estupefacto, sin habla . Cuando se acostó en el lecho conyugal, el caballo también lo hizo como si fuera la cosa más natural del mundo. El hombre fue a entrevistarse con San Macario en el desierto y le contó el problema. El santo le exhortó a que le trajera la mujer-caballo. Una vez la tuvo ante sí, se puso en oración, bendijo al caballo, y éste volvió a ser mujer a los ojos de su marido. Entonces, el santo dijo estas extrañas y profundísimas palabras:  - Esta es una mujer transformada sólo a los ojos de quienes les posee la decepción.    (Juan Perucho, La puerta cerrada . Huerga & Fierro, Mad

Servicios especiales

  Hemos tenido un día duro. Nos tocó un cliente duro de pelar a quien las castañas de Bérurier no impresionaban. Para tratar de arrancarle una palabra, una sola palabra, aunque solo fuera para poder clasificarle como barítono o bajo noble, tuvimos que valernos de las múltiples posibilidades de nuestra inspiración. Fíjense, sucesivamemte le aplicamos: el sacacorchos a pedales, el soplete bailarín, la trituradora musical, la liga ladrona, el cepillasesos, el rollo Raymond, el supositorio diabólico y, por fin, el abretesésamo, sin resultado. Todos estos "servicios" (con nosotros, el cliente siempre tiene el servicio comprendido) no sirvieron para nada: la cara del tipo seguía proclamando "cierre anual" hasta Santa Chirona, cuya fiesta no caía aquel día. Iba a sacar mi arma secreta, la que reservamos para los casos desesperados; es decir, leerle en voz alta todos los artículos que el señor François Mauriac escribió desde su salida del jardín de infancia hasta su salida

Una historia natural de Europa (y un recuerdo personal)

  Europa: Una historia natural (Biblioteca Nueva, 2019, traducción de Luis Carlos Fuentes Ávila) es una obra del científico y divulgador australiano Tim Flannery que repasa, en cuatrocientas densas páginas, la historia geológica y evolución biológica del continente europeo, desde hace unos 100 millones de años hasta la actualidad. El libro, muy bien documentado y puesto al día, abarca una amplia perspectiva multidisciplinar y, por su rigor y amenidad, constituye una lectura sumamente recomendable.  Entre las numerosas localizaciones de interés paleontológico mencionadas en el texto, Flannery cita varios yacimientos fosilíferos de la Península Ibérica: Gibraltar, cuenca de Tremp (Lérida), Asturias, Cerro de los Batallones (Madrid), Atapuerca, Can Llobateras (Sabadell), etc. En este útimo el autor recuerda el hallazgo de restos de mamíferos de hace 10 millones de años (rinocerontes, ardillas voladoras, antílopes...) entre los que destaca el cráneo de un antiguo simio, encontrado por los

Bajo la tinta, sobre el papel

  Ayer se celebró en Oviedo el III Encuentro de Clubs de Lectura en el que tuve el honor de participar como invitado. Dadas las circunstancias actuales no se pudo hacer de modo presencial, como estaba previsto, y tuvo que realizarse mediante vía telemática. Todo ello fue posible gracias a la iniciativa, tenacidad y constancia de Chelo Veiga, cordinadora de la red de bibliotecas públicas municipales de Oviedo, junto con la colaboración de Jorge Salvador, editor de Pez de Plata.  El acto, aunque con el público a distancia física, resultó sin embargo cálido y de los más agradable. y quiero agradecer a todas las personas, que fueron muchas, su generosa participación desde sus casas. Durante más de una hora tuvimos ocasión de hablar, entre otros temas, sobre cómo empecé a escribir, cuáles fueron las razones que me indujeron a hacerlo y con qué finalidad sigo escribiendo. Hubo preguntas acerca de mis libros, su motivación, los problemas derivados de la escritura y la importancia que para mí