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Mostrando entradas de mayo, 2020

Una historia de la literatura (III)

Extractos (comentados) de Historia de la Literatura por Edelvives (1958): GUILLERMO SHAKESPEARE. "Tuvo fama de mal estudiante". (Un consuelo para los malos estudiantes y un acicate para los buenos). P. JUAN DE MARIANA. "Obra que promovió fuerte polémica en su tiempo es De Rege et regis institutione , escrita en latín. En ella formula su autor la pregunta: ¿Es lícito matar al tirano? , a la que el historiador contesta afirmativamente, según las circunstancias". (Me pregunto con qué finalidad puso Edelvives esta cita de Mariana. ¿Iba con segundas? ¿Había un mensaje oculto? Nunca lo supe. Como estaba en "letra pequeña" no tuvimos que estudiarla, por lo que nos quedamos con las ganas de saber en qué circunstancias se podía matar al tirano. Y, además,  ¿qué era exactamente un tirano?)         VICENTE ESPINEL. "Tuvo fama de buen guitarrista... Murió de mal de gota en Madrid". (Se agradecían estos detalles sobre la vida de los clásicos. L

Diálogo con un tío

Justo en ese momento, Ronald se sintió violentamente atraído por ella. -He muerto -dijo Elsie-, he muerto muchas veces. -Vaya -dijo él-, ¿cómo es posible? Ella se apartó el pelo de su frente prominente. Tenía un rostro combado y juvenil. -He amado demasiado, he confiado demasiado -dijo, consciente de la efectividad de su estilo-, he dado mucho y he recibido nada. -¿Ha tenido muchas relaciones sexuales? -dijo Ronald. -He tenido sexo sin tener ninguna relación. No sé por qué le cuento todo esto en los primeros cinco minutos. -Quizás no ha conocido al tipo adecuado -dijo Ronald. -Los tipos adecuados no existen. Si no están casados son maricas. Si no son maricas son crueles; si no son crueles son demasiado blandos. De un modo u otro siempre fracaso con los hombres. ¿Por qué le estoy contando todo esto? -Soy como un tío. -¿Por qué dice esto? ¿Le interesa la psicología...? A mí me interesa mucho la piscología. ¿Por que dice que es como un tío? -Porque todo el mundo me cuenta s

Una historia de la literatura (II)

Extractos (comentados) de Historia de la Literatura por Edelvives (1958): ANACREONTE. "Murió de edad avanzada -alcanzó los ochenta y cinco años-, según algunos, ahogado con el orujo de un grano de uva. (De algo tenía que morir, a tan avanzada edad, cierto; pero de esta manera... ya es mala suerte). ESQUILO. Sus obras "debieron infundir en los espectadores impresiones escalofriantes". (Como en las películas de terror de la Hammer). SÓFOCLES. "Cuéntase que siendo ya octogenario sus hijos, codiciosos de administrar sus bienes, le acusaron de demencia senil, y él, como única defensa, leyó ante el tribunal de los jueces parte de la tragedia Edipo en Colona , que acababa de componer. Los jueces, maravillados de la lectura, le absolvieron." (Esto sí que es tener poder de persuasión. Y muy mal lo de los hijos). JENOFONTE. Sus obras "están escritas en un estilo de elegante superficialidad". (Tal vez fuese el primero en poseer tal estilo, pero

Una historia de la literatura (I)

Hace unos días leyendo un ensayo sobre Victor Hugo advertí una frase, atribuída a Jean Cocteau, que decía: "Victor Hugo era un loco que se creía Victor Hugo". Justo entonces recordé que esta misma frase la había leído yo hacía muchos años en un manual de literatura cuando estudiaba el bachillerato. Busqué entre los libros de texto que aún conservo de mi época de colegial y, efectivamente, allí estaba. En la página 313 de Historia de la Literatura por Edelvives (Editorial Luis Vives, Zaragoza, 1958), al hablar del novelista francés se alude a su "gran vanidad" y se cita la frase de Cocteau, aunque sin mencionar su autoría. Aproveché la búsqueda para hojear el libro y, casi sin darme cuenta, me vi repasando de principio a fin sus 430 páginas, desde el capítulo I (Literaturas antiguas orientales) al XLIII (Poesía actual en España). Dudo que haya hoy en día un texto escolar de enseñanza media que abarque una tan amplia perspectiva literaria temporal y geográfica.

De Oviedo al fin del mundo

Jorge Rigaud: ¿Te gustaría viajar conmigo? Malila Sandoval: Ya lo creo que me gustaría. Usted debió correr tantas aventuras... Siempre por esos mundos... J.R.: Empezaremos por ir a Oviedo juntos. ¿Te parece bien o te molesta que te acompañe? M.S.: No. ¿Cómo me va a molestar? J.R.: Entonces, no solo a Oviedo, sino hasta el fin del mundo. ( Con la vida hicieron fuego , 1959, de Ana Mariscal. Guion de Ana Mariscal y Jesús Evaristo Casariego, basado en la novela homónima de este último).

Esto no estaba en mi libro de bibliofilia

Veo que una librería anticuaria madrileña, que ofrece sus productos por internet, incorpora junto a los datos bibliográficos de sus libros la siguiente aclaración: AVISO CORONAVIRUS: ADEMÁS DE LOS PROTOCOLOS DE SEGURIDAD LLEVADOS A CABO POR LAS EMPRESAS DE TRANSPORTE, ESTAMOS VAPORIZANDO TODOS NUESTROS LIBROS CON UNA SOLUCIÓN DE AGUA Y LEJÍA ANTES DE EMPAQUETARLOS. De modo que los libros comprados en esta librería llegan a su destino, en principio, limpios de virus. Ahora bien, si compro en otra librería que no anuncie estas u otras medidas similares, ¿quiere esto decir que cuando me llegue el libro que he comprado deberé ponerlo, por precaución, en cuarentena? ¿Tendré que aislarlo en un sitio apartado e higienizado de la casa, antes de que dicho ejemplar pase a una estantería junto con otros libros sin riesgo a contagio? De esto nada dijeron los antiguos bibliófilos. Ni tampoco los modernos. Esto es cosa nueva y no augurada.  

Pesadillas

Hay dos clases de pesadillas: las pesadillas propiamente dichas y las pesadillas de la realidad. Pero una vez establecida la diferencia, esta se anula, porque si en ambas la forma es la misma y es la que hace que a las dos se las llame pesadilla, resulta que el contenido... ¡también es el mismo! ( Una aventura ) (Ariel Magnus, Ideario Aira . Literatura Random House, 2019).

Aparición del vampiro

Joan Perucho (1920-2003) Suele acontecer apenas ha caído la noche. En la cripta de alguna vieja capilla abandonada, un extraño silencio se concentra entonces en un punto, se crispa con dureza bajo los arcos de las bóvedas. Hay en el centro, asegurado con tres candados, un gran sarcófago de cobre cubierto de finos dibujos ornamentales. Primero, cede sin peso y sin ruido el candado de la cebecera, luego caen los dos restantes. La cripta está llena de telarañas y de polvo, de tablas podridas, y en los rincones hay lamparillas de aceite abandonadas, restos de un mortuorio y acartonado terciopelo negro, algún quebrado jarrón de vidrio. Se oyen chirriar ligeramente los quicios del sarcófago y, en seguida, con suavidad y muy lentamente, comienza a levantarse la pesada tapa. ("Los vampiros", en Galería de espejos sin fondo , de Juan Perucho. Ediciones  Destino, Barcelona, 1963).