Una historia de la literatura (II)
Extractos (comentados) de Historia de la Literatura por Edelvives (1958):
ANACREONTE. "Murió de edad avanzada -alcanzó los ochenta y cinco años-, según algunos, ahogado con el orujo de un grano de uva.
(De algo tenía que morir, a tan avanzada edad, cierto; pero de esta manera... ya es mala suerte).
ESQUILO. Sus obras "debieron infundir en los espectadores impresiones escalofriantes".
(Como en las películas de terror de la Hammer).
SÓFOCLES. "Cuéntase que siendo ya octogenario sus hijos, codiciosos de administrar sus bienes, le acusaron de demencia senil, y él, como única defensa, leyó ante el tribunal de los jueces parte de la tragedia Edipo en Colona, que acababa de componer. Los jueces, maravillados de la lectura, le absolvieron."
(Esto sí que es tener poder de persuasión. Y muy mal lo de los hijos).
JENOFONTE. Sus obras "están escritas en un estilo de elegante superficialidad".
(Tal vez fuese el primero en poseer tal estilo, pero desde entonces ha tenido multitud de seguidores).
CICERÓN. "Reconciliados entre sí Octavio y Marco Antonio, Cicerón fue puesto en la lista de los proscritos y luego asesinado por unos satélites del último".
(El satélite que más nos sonaba entonces, a parte de la Luna, era el Sputnik).
PRUDENCIO. "Llevó una juventud muy borrascosa".
(El joven Prudencio no era muy prudente -ya lo sé, es un chiste fácil-. Lo de "borrascosa" me recordaba a la película Vidas borrascosas, que es el título con el que se estrenó en España Peyton Place, protagonizada por una madura e insinuante Lana Turner. En la clasificación moral de la época debió alcanzar un 3R (para mayores con reparos), como mínimo. De Prudencio venía en el libro un pasaje de la Psicomaquia ("Combate entre la Castidad y la Lujuria"), una de cuyas estrofas decía:
Escóndete en las sombras del abismo,
pues nada sirven ya tus asechanzas;
muere, infeliz Ramera, y el Averno
será de tal furor digna morada.
Acerca del significado de la palabra Averno no teníamos ni idea; pero de Ramera, sí. Todos habíamos consultado por nuestra cuenta, en el diccionario, la palabra "puta"; y nos habíamos encontrado con el famoso "Véase. Ramera"; y al ir a "ramera" la definición era: "Mujer que comercia con su cuerpo"; lo que no nos aclaraba mucho, la verdad).
ALFONSO X. La cantiga que cuenta "la historia de un monje muy devoto de la Virgen, que se extasía oyendo el dulce canto de un pájaro, y cuando regresa a su celda se da cuenta de que han transcurrido trescientos años en aquel tiempo que él creía de breves instantes".
(Maravillosa historia que parece un cuento chino. Luego la he leído recreada o plagiada por diferentes autores).
DIEGO DE SAN PEDRO. En Cárcel de Amor, el joven protagonista, Leriano, se suicida lentamente bebiéndose una copa que contiene las cartas de su amada hechas trizas.
(No debe ser nada fácil beberse la correspondencia, por más que sea la de tu amada. La imagen, empero, me dejo impactado).
LUCAS FERNÁNDEZ. Del Auto de la Pasión, se nos muestran unos versos en los que se describe al Señor:
Lágrimas, sangre y sudor
era el matiz de su gesto.
(Esto fue mucho antes de que Winston Churchill hiciera famosa la expresión "sangre, sudor y lágrimas". Curioso).
(Continuará)
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