En una entrada anterior intenté rastrear la procedencia de una bonita lámina incluída en mi manual de Ciencias naturales de 5º de Bachillerato (Edelvives, 1960), en la que se plasmaban las columnas de basalto en el río Velilla (Perú). Como se decía en el texto, dichas columnas eran "mundialmente célebres por su belleza". Sugerí, tras algunas averigüaciones, que su origen probablemente se encontrase en un grabado de Édouard Riou, inserto en el libro de varios autores La Tierra y sus habitantes (1878). En concreto en la relación del viaje a través de Sudamérica emprendido por el explorador Paul Marcoy. Cotejando el texto original francés con la traducción española pude comprobar que el toponímico estaba equivocado, y que no era Velilla sino Velille. En cualquier caso se partía de la base de que las columnatas del río Velille eran basálticas. Pero, surge otra duda: ¿y si los famosos basaltos de Velille no fueran basaltos? Mi amigo y colega Lope Calleja me puso sobre avi
El Leverian Museum de Londres fue un conocido gabinete de historia natural, con colecciones etnográficas y curiosidades reunidas por Sir Ashton Lever. Incialmente se llamó Holophusikon y estaba abierto al público en la plaza de Leicester; pero una vez vendido en subasta en 1786 el museo pasó a tener su sede en la Rotonda de Blackfriars, junto al río Támesis. Es aquí donde Leandro Fernández de Moratín, hallándose en Londres en 1792, lo visitó previo pago de 12 rs. por la entrada. En sus Apuntaciones sueltas de Inglaterra (publicado por primera vez en Obras póstumas , Madrid, Rivadeneyra, 1867), Moratín cita algunos objetos curiosos exhibidos en el Museo Leveriano, tales como: cuernos de Amón petrificados, dos grandes trozos de columnas de basalto "traídos de Irlanda de la cueva llamada de los Gigantes" , un elefante "algo mayor que el de Madrid" , adornos e instrumentos "que recogió el célebre y desgraciado capitán Cook" , y un ejemplar de dragón "