Museo Hunteriano

Un cocodrilo recién nacido, sacado de su huevo
pero aún unido por el cordón umbilical
(Hunterian Museum)

Uno de los museos más insólitos de Londres es el Hunterian Museum, en el Royal College of Surgeons, en Lincoln's Fields (la misma plaza, por cierto, donde se ubica también otro curioso e interesante museo, el de Sir John Soane). John Hunter (1728-1793) fue un famoso cirujano y anatomista inglés que a lo largo de su vida fue reuniendo una gran cantidad de objetos de todo tipo, hasta llegar a alrededor de los 14.000, la mayoría relacionados con su profesión. Este gabinete de curiosidades ocupaba una gran parte de su mansión en Leicester Square. A la muerte de Hunter la colección fue vendida por su viuda al gobierno y cedida en custodia al Colegio de Cirujanos.
En las vitrinas del actual Museo Hunteriano se exhiben unos 3000 especímenes anatómicos -vísceras y órganos humanos y de animales, ya sean "normales" (sanos) o "mórbidos" (enfermos)-, preparados por el propio Hunter. Muchos de ellos se hallan en frascos de vidrio, conservados en alcohol y suspendidos de finos hilos, para su mejor visión. El museo guarda, además, entre otros objetos bizarros, el esqueleto de Charles Byrne, llamado el "gigante irlandés"(2,28 m), los intestinos del rey Jorge III, y algunos extraños "experimentos" que Hunter realizó en su momento, tal como un diente humano incrustado en la cresta de un gallo. Se completa el museo con colecciones odontológicas y de huesos, instrumentos quirúrgicos antiguos, cuadros, etc., procedentes de aportaciones posteriores.
Aunque la voluntad de John Hunter fue la de que su cuerpo fuese preservado para la ciencia, sus restos no están en el museo; descansan en la abadía de Westminster.

Comentarios

(5)
  1. No deja de producir cierto estupor este museo.

    Mis saludos.

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  2. Cierto, tiene un punto de macabro.
    Saludos.

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  3. El museo de Sir John Soane es mareante, atiborrado como la tienda de un chamarilero, es casi un juego perderse por los estrechos pasillos y pisos de la casa. Lincoln's field sirve de relajo para los sentidos y, desde luego, después del Soane, pocas ganas quedan de meterse en el Hunteriano. Seguro que el famosísimo artista que vende como oro sus creaciones en formol, se habrá pasado por allí para inspirarse.

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  4. Debería entrar mas por aqui. Me lo apunto para cuando pueda ir a Londres.
    Saludos.

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  5. Lo que es digno de admirar de este mueseo, al margen de gustos, es que los ingleses han sabido, y querido, conservar su patrimonio científico, incluído colecciones particulares del siglo XVIII.

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