Ir al contenido principal

Biblioteca Arús


De las bibliotecas públicas existentes en Barcelona hay una por la que siento una especial predilección. No suele mencionarse en las guías de viaje de la ciudad y es poco conocida incluso por los barceloneses. Se trata de la Biblioteca Pública Arús, sita en el número 26 del Passeig de Sant Joan. La idea de su creación surgió del periodista, dramaturgo y filántropo Rossend Arús i Arderiu (1845-1891), quien en su testamento dejó instrucciones precisas a sus albaceas para que, una vez muerto, su domicilio y biblioteca privada pasasen a ser una biblioteca abierta a todo el mundo y en especial a la clase trabajadora. Como símbolo de lo que la biblioteca representa es la reproducción de la Estatua de la Libertad, similar a la de Nueva York, que preside la entrada a las salas.  

 


La Biblioteca Arús se inauguró en 1895, con un fondo inicial de 24.000 libros pertenecientes a todas las ramas del saber (actualmente cuenta con unos 80.000). Arús era republicano federal, catalanista y gran maestre masón, por lo que desde el principio su Biblioteca fue tildada de "masónica". Sin embargo, solo unos 160 volúmenes de su catálogo pueden considerarse de pensamiento francmasónico. Como era de esperar, tras la guerra civil estuvo cerrada al público y no pudo reabrirse hasta 1967, por vía de acuerdo con el Ayuntamiento.

David Gutiérrez en su artículo "Un temple del saber i de la llibertat" (Sàpiens, nº 232, 2021) señala que la Biblioteca alberga joyas bibliográficas tales como el Codex Iustinianus, incunable de 1475 impreso en Maguncia por un discípulo de Gutenberg; el manuscrito de las actas de la Primera Internacional; el Diccionario Enciclopédico de la Masonería de Lorenzo Frau, publicado en La Habana en 1883 bajo la dirección del propio Arús; o la colección legada por Joan Proubasta de libros de Sherlock Holmes, una de las más importantes de Europa.

 


En el acta fundacional de 1895, vigente hoy en día, se dice expresamente que la Biblioteca Pública Arús estará abierta a cualquier persona, sin importar el sexo, la edad ni la clase social, y que no se excluirá ningún libro por sus ideas religiosas o políticas. La Biblioteca presenta también exposiciones bibliográficas temporales. La última vez que visité la institución se ofrecía una muestra dedicada al pedagogo Comenius, con raros y curiosos ejemplares. Al salir me fijé en una frase de su fundador, escrita en la pared de una de sus salas: "Cuanta más ilustración tiene un pueblo, más lejos está del absolutismo".        

Comentarios

Entradas populares

Criterion

  Sin lugar a dudas, The Criterion , fundado y editado por T. S. Eliot en 1922, es una de las mejores revistas literarias británicas del siglo XX. La nómina de colaboradores que tuvo este magazine trimestral, hasta su último número publicado en 1939, conforma un catálogo bastante representativo de lo más granado de la intelectualidad, no solo británica, del período de entreguerras. En sus páginas escribieron luminarias como Pound, Yeats, Proust o Valéry, por citar solo cuatro.   El primer número de The Criterion , salido en octubre de aquel annus mirabilis , es realmente impactante y marca el sello característico de su editor, expresado a través de sus "Commentary"; a saber, la compatibilidad entre una ideología ideología católica y conservadora y una defensa a ultranza de la vanguardia modernista. En este ya mítico número 1, se incluye, por ejemplo, la primera aparición en letra impresa de The Waste Land de Eliot, y la crítica encomiástica de Valéry Larbaud del Ulises, de

Escritura y moral

  La primera obligación de un escritor es tratar todos los temas con la más elevada, la más digna y la más valiente de las disposiciones (...) El espíritu con el que se aborda un tema, un ingrediente relevante en cualquier tipo de literatura, es de absoluta importancia si hablamos de obras de ficción, reflexión o poesía, pues ahí no solo da color, sino que de por sí elige los hechos; no solo modifica, sino que conforma a la obra (...) No rechazamos una obra maestra aunque estemos preparados para detectar sus defectos; sobre todo, no nos preocupa encontrar sus defectos, sino sus méritos: Por supuesto no hay libro perfecto, ni siquiera en su concepción, pero no hay duda de que hay muchos que hacen disfrutar al lector, que le hacen mejorar en su vida o que le levantan el espíritu (...) En literatura, como en todo lo que hacemos, nunca podemos esperar la perfección. Lo único que cabe es hacer todo lo posible  porque así sea, y para ello solo hay una regla: lo que pueda hacerse despacio no

Un milagro de san Salvador de Horta

"Dos casados vizcaínos traxeron desde aquel reino a Horta una hija, que era sorda y muda de nacimiento; y poniéndola a los pies del venerable Fray Salvador, les dixo que estuviesen ocho días en la Iglesia orando a Nuestra Señora, y que después hablaría la muchacha. Pasados quatro días habló, pero en lengua catalana, conformándose con el idioma del territorio en que estaba. Entonces viendo hablar a la muda gritaron todos: Milagro , milagro . Pero sus padres como no entendían aquella lengua estaban descontentos, y levantando la voz decían que ellos no querían, ni pedían, que hablase su hija lengua catalana, sino vizcaína; y fueron a Fray Salvador, que le quitase la lengua catalana y le diese la vizcaína. Él les respondió: Vosotros proseguid la oración de los ocho días, que yo también continuaré la mía . Y cumplidos los ocho días, delante de los muchos que concurrieron a ver la novedad, dixo: Amigo, la Virgen Santísima quiere que la niña hable catalán mientras esté en el reino de Cat