Ir al contenido principal

El misterio de los basaltos de Velillla: ¿Conclusión?


 

En una entrada anterior intenté rastrear la procedencia de una bonita lámina incluída en mi manual de Ciencias naturales de 5º de Bachillerato (Edelvives, 1960), en la que se plasmaban las columnas de basalto en el río Velilla (Perú). Como se decía en el texto, dichas columnas eran "mundialmente célebres por su belleza". Sugerí, tras algunas averigüaciones, que su origen probablemente se encontrase en un grabado de Édouard Riou, inserto en el libro de varios autores La Tierra y sus habitantes (1878). En concreto en la relación del viaje a través de Sudamérica emprendido por el explorador Paul Marcoy. Cotejando el texto original francés con la traducción española pude comprobar que el toponímico estaba equivocado, y que no era Velilla sino Velille. En cualquier caso se partía de la base de que las columnatas del río Velille eran basálticas. Pero, surge otra duda: ¿y si los famosos basaltos de Velille no fueran basaltos?  

Mi amigo y colega Lope Calleja me puso sobre aviso al informarme de la existencia de un estudio publicado por el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico peruano, accesible en Internet, en el que se incluye el área de Velille. El trabajo se titula Geología de los cuadrángulos de Velille, Yauri, Ayaviri y Azángano (Boletín INGEMMET, Serie A, Carta Geológica Nacional, nº 58, 1995), y su autor es Natalio Senen de la Cruz Bustamante. En la página 62 de dicho estudio se muestra una fotografía que tiene cierto parecido con la formación volcánica que habría visto Marcoy y luego dibujada por Riou.

 


     Exposición de la Formación Pampa Garzas en la confluencia de los ríos Cayo Mani y Apurimac (parte Sureste del          cuadrángulo de Velille). (Foto tomada de De la Cruz Bustamante, op. cit.)

 

Se trata de la Formación Pampa Garzas, constituída por "tobas que gradan de cristalovítricas a vítricas, de textura eutaxítica, color gris claro con ligera tonalidad rosada y matriz afanítica de grano fino a medio." O sea, ni columnas, ni basaltos, ni nada de nada. Simples acúmulos de tufos o tobas.

Aunque quién sabe si, en algún tramo escondido del río Velilla, no viera Marcoy asomar robustas columnas de basalto; y que un artista las dibujara de forma sugerente y un tanto fantasiosa. Entre otras cosas para que, muchos años después, alguien como yo acabara elucubrando sobre ellas.


       

Comentarios

Entradas populares

Criterion

  Sin lugar a dudas, The Criterion , fundado y editado por T. S. Eliot en 1922, es una de las mejores revistas literarias británicas del siglo XX. La nómina de colaboradores que tuvo este magazine trimestral, hasta su último número publicado en 1939, conforma un catálogo bastante representativo de lo más granado de la intelectualidad, no solo británica, del período de entreguerras. En sus páginas escribieron luminarias como Pound, Yeats, Proust o Valéry, por citar solo cuatro.   El primer número de The Criterion , salido en octubre de aquel annus mirabilis , es realmente impactante y marca el sello característico de su editor, expresado a través de sus "Commentary"; a saber, la compatibilidad entre una ideología ideología católica y conservadora y una defensa a ultranza de la vanguardia modernista. En este ya mítico número 1, se incluye, por ejemplo, la primera aparición en letra impresa de The Waste Land de Eliot, y la crítica encomiástica de Valéry Larbaud del Ulises, de

Escritura y moral

  La primera obligación de un escritor es tratar todos los temas con la más elevada, la más digna y la más valiente de las disposiciones (...) El espíritu con el que se aborda un tema, un ingrediente relevante en cualquier tipo de literatura, es de absoluta importancia si hablamos de obras de ficción, reflexión o poesía, pues ahí no solo da color, sino que de por sí elige los hechos; no solo modifica, sino que conforma a la obra (...) No rechazamos una obra maestra aunque estemos preparados para detectar sus defectos; sobre todo, no nos preocupa encontrar sus defectos, sino sus méritos: Por supuesto no hay libro perfecto, ni siquiera en su concepción, pero no hay duda de que hay muchos que hacen disfrutar al lector, que le hacen mejorar en su vida o que le levantan el espíritu (...) En literatura, como en todo lo que hacemos, nunca podemos esperar la perfección. Lo único que cabe es hacer todo lo posible  porque así sea, y para ello solo hay una regla: lo que pueda hacerse despacio no

Un milagro de san Salvador de Horta

"Dos casados vizcaínos traxeron desde aquel reino a Horta una hija, que era sorda y muda de nacimiento; y poniéndola a los pies del venerable Fray Salvador, les dixo que estuviesen ocho días en la Iglesia orando a Nuestra Señora, y que después hablaría la muchacha. Pasados quatro días habló, pero en lengua catalana, conformándose con el idioma del territorio en que estaba. Entonces viendo hablar a la muda gritaron todos: Milagro , milagro . Pero sus padres como no entendían aquella lengua estaban descontentos, y levantando la voz decían que ellos no querían, ni pedían, que hablase su hija lengua catalana, sino vizcaína; y fueron a Fray Salvador, que le quitase la lengua catalana y le diese la vizcaína. Él les respondió: Vosotros proseguid la oración de los ocho días, que yo también continuaré la mía . Y cumplidos los ocho días, delante de los muchos que concurrieron a ver la novedad, dixo: Amigo, la Virgen Santísima quiere que la niña hable catalán mientras esté en el reino de Cat