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Mostrando entradas de abril, 2010

Olla podrida

Portada de la primera edición de Olla podrida , de Frederick Marryat De pequeño recuerdo haber leído, en una edición de la editorial Molino de los años treinta, Pedro Simple , del capitán Frederick Marryat (1792-1848). Marryat entró en la Royal Navy en 1806 como guardiamarina en la fragata HMS Imperieuse , comandada por Lord Cochrane. A bordo de este navío recorrió Marryat en 1808 la costa catalana, entonces bajo la ocupación napoleónica, capturando barcos franceses y haciendo algunas incursiones en tierra, como la toma del castillo de Montgat. Desde entonces cada vez que paso por esta localidad del Maresme me acuerdo de Marryat. Las novelas de la vida marítima de Marryat fueron muy populares en su momento, y algunas de ellas, como la antes citada, han traspasado la barrera del tiempo y se han convertido en clásicos de la literatura juvenil. Pero Marryat escribió otras obras, entre ellas una muy poco conocida que lleva el castizo título de Olla podrida (1840), publicada por la editor

Wyndham Lewis

Autorretrato de Wyndham Lewis como un Tyro (1920-21) De las exposiciones actualmente abiertas en Madrid sin duda una de las más interesantes es la de Wyndham Lewis (1882-1957) , en la Fundación Juan March. La muestra presenta la vida y la obra de este artista inglés, a través de 150 pinturas y más de 60 libros. Es la primera vez que se le dedica una exposición monográfica en España y bien merece una visita. Tras la Primera Guerra Mundial Wyndham Lewis fue el líder del "vorticismo" y editor de la revista de dicho movimiento, Blast . Nadie como él representó mejor la vanguardia en el Reino Unido en el período de entreguerras. De entre sus muchos dibujos y pinturas destacan los magníficos retratos, como los de T.S. Eliot, Edith Sitwell o Ezra Pound. Como escritor, Wyndham Lewis publicó manifiestos, ensayos, libros sobre arte y crítica literaria, obras de teatro, novelas y poesía, que nos revelan una personalidad multifacética, inconformista y compleja. En "Essay on the Ob

El loro contrarrevolucionario

Un grupo de tricoteuses En The Criminal Prosecution and Capital Punishment of Animals (1906) de E. P. Evans, se lee la siguiente noticia: En 1792, en medio del reinado del Terror, un loro fue enjuiciado en París, acusado de actividades contrarrevolucionarias. Sucedió que en una concurrida calle el loro había gritado, al paso de un grupo de sansculottes , "¡Viva el Rey, vivan los curas, vivan los nobles!". El loro y sus propietarias, dos nobles damas, fueron arrestados y llevados frente al tribunal revolucionario. En la sala, los magistrados trataron de persuadir al loro para que hablase, pero contrariamente a sus requerimientos el loro se limitó silbar con evidente desdén. Las dueñas del indiscreto pájaro, Madame Louise de Fiefville y Mademoiselle Françoise de Béthune, fueron primeramente amenazadas con la guillotina, pero luego obtuvieron el perdón por falta de pruebas. El reaccionario loro fue sentenciado a readoctrinamiento político en manos de la ciudadana Le Bon, una d

Pero no mueren

Ilustración de Joan D'Ivori en La vida del libro , de Jacinto Mª Mustieles "¡Insuperable destino el del libro! Triunfó y sus ejemplares se esparcieron por el mundo. Fracasó y sus ejemplares agonizan en el almacén del editor. Pero no mueren. Estarán almacenados en paquetes roídos por las ratas; yacerán olvidados y polvorientos en las paradas de lance, curioseados mil veces por el público que vuelve a dejarlos en el montón anónimo. ¡Pero no mueren! Amarillean en las librerías; se rasgan en los almacenes; se despedazan en los archivos... ¡Pero no mueren! ¡Su vida se prolonga a través de su agonía y de su desaparición material! ¡Su vida prosigue en el corazón del lector que transmite a otros su enseñanza, su ejemplo, su emoción o su mensaje!" (Jacinto Mª Mustieles, La vida del libro , Edición de la Cámara Oficial del Libro de Barcelona, Día del Libro de 1934)

Volcanes: Islandia

Una vista del volcán Eyjafjallajökull en erupción En los últimos 10.000 años ha habido en Islandia 35 volcanes que han entrado en erupción. Actualmente los volcanes activos son 22, de los cuales el estratovolcán Eyjafjallajökull no es ni de los mayores ni de los más activos. Desde la llegada de los vikingos a la isla ha erupcionado tres veces. La última, en 1821, duró de forma intermitente más de un año, y ya entonces puso en alerta al tráfico marítimo por el Atlántico norte. Ha habido en Islandia, en los tiempos históricos, grandes erupciones. La del Laki de 1783 fue particularmente catastrófica. Durante ocho meses una fisura de 20 km de largo estuvo vomitando lava hasta inundar un área de alrededor de 900 kilómetros cuadrados. Murieron unas 9.000 personas, destruyó cosechas, diezmó el ganado y derivó en hambruna y enfermedades. La emisión de cenizas y gases causó efectos climáticos en Europa, con descenso de las temperaturas y aparición de nubes ácidas. Unas décadas antes, Jon Thorl

Viaje a la Exposición

"Tipos de Mabille", ilustración de Viaje cómico a la Exposición de París , de Carlos Frontaura Al escritor y periodista Carlos Frontaura (1834-1910), director de El Cascabel , le apeteció un buen día irse a París a ver la Exposición universal, de modo que sableó oportunamente a los suscriptores del periódico (una peseta per cápita) y se fue pitando a la capital de Francia. A la vuelta, como era obligado, escribió un libro, Viaje cómico a la Exposición de París (1867). Hay que decir que al principio el libro responde a su título, y Frontaura, que no carece de vis cómica, saca chispa de su viaje en tren en tercera clase, así como de sus primeras impresiones de la capital francesa. Nos da una detallado repaso a los restaurantes, teatros, café-concerts y otros lugares de entretenimiento. Analiza los periódicos, se admira de los ómnibus y repara en la cantidad de ladrones y descuideros que asaltan a los forasteros como él. Poco a poco, sin embargo, y a medida que va viendo el

¿Fantasma?

"Cómo te hubiera gustado el cabo Norte, y los fiordos al sol de medianoche; cruzar los arrecifes de Barbados, donde el agua azul se vuelve verde; las Falkland, donde la galerna del sur hace que el mar se ponga blanco de espuma... ¡Cuántas cosas nos perdimos, Lucy! ¡Cuántas cosas nos perdimos...! Adiós, mi amor." (El "fantasma" Rex Harrison a Gene Tierney en El fantasma y la señora Muir (1947), de Joseph L. Mankiewicz. Guión de Philip Dunne)

Vardis Fisher

Vardis Fisher ( 1895-1968) Hace unas semanas pasaron en TVE2 Las aventuras de Jeremiah Johnson (1972) de Sydney Pollack, con Robert Redford en el papel principal. La película está basada en la novela Mountain Man (1968) de Vardis Fisher. Nacido en Idaho, Fisher se dio a conocer con una tetralogía novelística con numerosos elementos autobiográficos, que tiene como protagonista a Vridar Hunter, trasunto del propio autor. La primera novela de esta serie fue In Tragic Life (1934), una novela que muestra, con una pasión y un vigor fuera de lo común, las tribulaciones del sensible e imaginativo adolescente Vridar, enfrentado a los misterios de la vida y aterrorizado por la rigidez de las normas familiares. Con posterioridad escribió novelas con trasfondo histórico, como Children of God (1939), sobre el movimiento mormón; el western minero La ciudad de la ilusión (1941) -que yo recuerde la única de sus novelas editada en España-; Pemmican (1956) sobre la Compañía de la Bah

Presentación

El jueves pasado tuve la satisfacción de presentar, en el Club Prensa Asturiana de Oviedo, Textos al aire , el nuevo libro de relatos de Juan García Campal, editado por Akrón. Se lo recomiendo. Si quieren saber más sobre el acto les invito a leer la entrada correspondiente en el blog "Cuaderno casi diario", de Juan García Campal (puede accederse desde mis enlaces con otros blogs).

Causses

Una vista del Causse Méjean Según el Glossary 0f Geology (4ª ed., 1997) causse es " una meseta de caliza en la parte sureste de Francia caracterizada por profundos valles, cuevas y simas". Es un término occitano derivado de la palabra chaux , que significa "cal". Este es el singular escenario donde transcurren algunas de las elaboradas viñetas de Mitologías de invierno (1997), del escritor francés Pierre Michon. En la sección de dicho libro "Nueve pasajes del Causse" Michon hace desfilar, con su prosa de orfebrería, a una serie de personajes históricos de distintas épocas por las anfranctuosidades de este carcomida topografía calcárea, testigo inmemorial de las maquinaciones de los humanos. Uno de estos personajes es Éduard-Alfred Martel (1859-1938), al que Michon ubica al inicio del relato en la terraza del Hôtel des Voyageurs, en Rozier, sobre los ríos Tarn y Jonte, en la confluencia de los tres causses mayores: el Sauveterre, el Méjan y el Noir. Se

Auchincloss

Louis Aunchincloss (1917-2010) He esperado a ver si los periódicos comentaban algo con motivo de la muerte del escritor norteamericano Louis Auchincloss, pero tengo la impresión de que ya es demasiado tarde. Su deceso ha pasado prácticamente inadvertido. En realidad tuvo mala suerte, pues Auchincloss murió justo el día anterior a que lo hiciera su compatriota y colega J. D. Salinger, y fue éste quien, como se vio, acaparó toda la atención por parte de los medios de comunicación. Les separaba solo un año en la edad, pero representaban dos mundos diferentes. Uno fue la voz de una nueva generación a través de joven Holden Caulfield; el otro fue un fiel representante de la élite neoyorquina. Uno escribió una sola novela en su breve y fulgurante trayectoria literaria; el otro publicó unas cuarenta novelas a lo largo de una extensa y sostenida carrera. En nuestro país Louis Auchincloss no ha tenido mucha fortuna editorial. La primera novela suya que se tradujo, en los años setenta, fue El r

La Moby Dick de las tortugas

En los American Notebooks de Nathaniel Hawthorne hay una anotación, incluida en el cuaderno de los años 1845-1849, cuando menos curiosa. Dice así: "El capitán Burchmore cuenta la historia de una inmensa tortuga vista en el mar durante un viaje a Batavia. Era tan grande que el vigía, desde lo alto del mástil, la tomó por una roca. El barco pasó muy cerca del animal que, al parecer, era mayor que el más grande de los botes de salvamento, con una cabeza más voluminosa que la de cualquier perro y el dorso lleno de espinas que medían un pie de largo. Al llegar a Batavia, el capitán contó esta historia y un viejo marino exclamó: "¡Vaya! ¿Así que viste a Bellysore Tom?". Según parece los marinos conocían a esta tortuga desde hacía al menos doce años y tropezaban con ella en la misma latitud. No la trataban mal, sino al contrario: tenían el hábito de arrojarle grandes porciones de carne que ella aceptaba encantada, al punto que entre los marinos y Bellysore Tom existía una amis