Volcanes: Islandia
En los últimos 10.000 años ha habido en Islandia 35 volcanes que han entrado en erupción. Actualmente los volcanes activos son 22, de los cuales el estratovolcán Eyjafjallajökull no es ni de los mayores ni de los más activos. Desde la llegada de los vikingos a la isla ha erupcionado tres veces. La última, en 1821, duró de forma intermitente más de un año, y ya entonces puso en alerta al tráfico marítimo por el Atlántico norte.
Ha habido en Islandia, en los tiempos históricos, grandes erupciones. La del Laki de 1783 fue particularmente catastrófica. Durante ocho meses una fisura de 20 km de largo estuvo vomitando lava hasta inundar un área de alrededor de 900 kilómetros cuadrados. Murieron unas 9.000 personas, destruyó cosechas, diezmó el ganado y derivó en hambruna y enfermedades. La emisión de cenizas y gases causó efectos climáticos en Europa, con descenso de las temperaturas y aparición de nubes ácidas.
Unas décadas antes, Jon Thorlakson, párroco del pueblecito de Sandfell, había recogido en una carta sus impresiones acerca de la erupción de 1727 del volcán Öraefajökull. Esta carta fue incluida por el clérigo escocés Ebenezer Henderson en Iceland, or Journal of a Residence in that Island during the Years 1814 and 1815 (1818), y constituye un vívido reflejo del impacto de un fenómeno de estas características en una pequeña comunidad rural. Thorlakson termina así su carta: "Estos son los más notables pormenores que me ha sido dado contemplar con respecto a esta montaña; y así Dios me ha conducido a través del fuego y del agua, trayéndome mucha aflicción y adversidad a mis ochenta años. Para Él sea el honor, la alabanza y la gloria eternas."
Aunque acostumbrados a la actividad volcánica, no por ello los islandeses han dejado de preocuparse. Se ha comprobado que después de cada erupción del Eyjafjallajökull le sigue, tarde o temprano, otra del volcán subglaciar Katla. Así que sólo queda esperar y ver.
Ha habido en Islandia, en los tiempos históricos, grandes erupciones. La del Laki de 1783 fue particularmente catastrófica. Durante ocho meses una fisura de 20 km de largo estuvo vomitando lava hasta inundar un área de alrededor de 900 kilómetros cuadrados. Murieron unas 9.000 personas, destruyó cosechas, diezmó el ganado y derivó en hambruna y enfermedades. La emisión de cenizas y gases causó efectos climáticos en Europa, con descenso de las temperaturas y aparición de nubes ácidas.
Unas décadas antes, Jon Thorlakson, párroco del pueblecito de Sandfell, había recogido en una carta sus impresiones acerca de la erupción de 1727 del volcán Öraefajökull. Esta carta fue incluida por el clérigo escocés Ebenezer Henderson en Iceland, or Journal of a Residence in that Island during the Years 1814 and 1815 (1818), y constituye un vívido reflejo del impacto de un fenómeno de estas características en una pequeña comunidad rural. Thorlakson termina así su carta: "Estos son los más notables pormenores que me ha sido dado contemplar con respecto a esta montaña; y así Dios me ha conducido a través del fuego y del agua, trayéndome mucha aflicción y adversidad a mis ochenta años. Para Él sea el honor, la alabanza y la gloria eternas."
Aunque acostumbrados a la actividad volcánica, no por ello los islandeses han dejado de preocuparse. Se ha comprobado que después de cada erupción del Eyjafjallajökull le sigue, tarde o temprano, otra del volcán subglaciar Katla. Así que sólo queda esperar y ver.
Es curioso , pero hasta hace poco , y no en todos ellos , los manuales de historia contemporánea no mencionaban los efectos negativos que tuvo la erupción del Laki en la producción agrícola europea. Sin duda su efecto exacerbó la situación de subsistencia precaria de gran parte del campesinado francés .
ResponderEliminarLos hombres piadosos y los actos de Dios...primero los islandeses se arruinan y ahora el infierno se desparrama a su alrededor . La usura , que diría Pound.Los apocalípticos se deben estar frotando las manos,como los dueños de ventolín y los fabricantes de mascarillas , lobby emergente.
Es verdad que hasta hace relativamente poco estas grandes catástrofes naturales no se relacionaban con períodos de cambios climatológicos y crisis económicas y sociales.Pero los efectos están ahí, aunque siempre hay gente que saca tajada de la situación.
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