Males de los libros
Y ahora indicaré algunos de los males que parecen haber acarreado a los hombres las Artes Tipográficas; o, mejor dicho, a quien ingratamente abusa de ellas, del mismo modo que los peores incendios se atribuyen a los desprevenidos guardianes del fuego que el Hacedor nos da como ayuda, consolación y alivio (...)
Se fomentan la vanidad, la curiosidad y la pereza con Los Romances, las Novelas, las Historias fantasiosas y galantes. Se difunde el Pirronismo, o sea, el escepticismo hacia todas las cosas debido a las demasiadas opiniones en torno a cualquier tema. Se alimenta la vagancia al ofrecer demasiadas facilidades en los estudios,sin dejar espacio al ingenio para practicar e inventar. Se provoca pérdida de patrimonio por la impresión de libros inútiles y de alto coste que abarrotan las tiendas y los almacenes en vano, muchas veces debidos a hombres caprichosos que los proponen como excelentes a los impresores pobres e ignorantes, quienes necesitarían el hermoso y raro milagro de que el papel se volviese de nuevo blanco y puro para poder utilizarlo en mejores Libros. Se causa confusión en las mentes humanas por la excesiva cantidad de Libros porque no se sabe en cuál emplearse, y porque los pocos Libros buenos (en comparación) están oprimidos por los infinitos malos e inútiles. Y además, se da pie a la adulación desenfrenada con las continuas Composiciones Poéticas y las copiosas Recopilaciones de textos con cualquier motivo banal, etc.
Pero todas estas cuestiones que parecen verdaderamente dañinas son largamente compensadas, en mi opinión, por sus utilidades previamente indicadas...
(Gaetano Volpi, El fervor de tener libros, 1756. Traducción de Natalia Zarco. Trama Editorial, 2022).
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