Genialidad pimpante


El hada de las coles (1896) es una joya inicial que, no obstante, conoció varios montajes y versiones, como la ampliada de 1902 que remoza parcialmente el argumento. En la original de 1896 y que conservamos, una mujer va extrayendo, entre medias de unos paseos garbosos, lactantes de entre las coles plantadas en un huerto. Es probablemente uno de los primeros casos (si no el inaugural), salvando las querellas historiográficas al respecto, que muestran narración fílmica. Importa una ardite quién fuera primero, ella o Meliès, aunque las fechas no suelen mentir. Lo realmente llamativo, y que produce una gran suspicacia, es cómo una genialidad pimpante como esta se nos hurtó de las pantallas tanto tiempo. La imagen es mágica. Se trata de una dama blanca, creeadora de vida y apegada a la tierra, de la que brotan infantes de entre las coles. En el plano inicial, el mismo que ilustra la portada de este libro, la maga agita su varita sobre el campo preñado de bébés.

(Juan Laborda Barceló, Alice Guy, en el centro del vacío hay otra fiesta, Ediciones Huso, 2022).

Comentarios

(3)
  1. No hay duda: gracias a la literatura nos enteramos de cosas fascinantes. La lectura es una vacuna contra el aburrimiento y la monotonía.

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    1. Del cine a la literatura y de la literatura al cine. Gran círculo virtuoso.

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