Argyrophylla (hojas plateadas)
Emilio Guinea López (1907-1985)
Emilio Guinea López fue un botánico vasco, profesor de instituto, conservador del Jardín Botánico de Madrid, miembro del Instituto Cavanilles del CSIC, escritor de viajes y divulgador científico. Fruto de sus exploraciones por territorios del África occidental y la Guinea española son los libros En el país de los pamúes (1947) y En el país de los bubis (1949). Además, publicó varias monografías geobotánicas sobre el País Vasco y Cantabria.
En 1949, a invitación de Pedro Mourlane Michelena, entonces director de la revista Escorial, Guinea aceptó publicar un artículo dentro de la sección "Científicos españoles". El resultado, aparecido en el cuaderno nº 59, de julio de 1949, es un curioso texto mezcla de botánica, mitología y literatura titulado Argyrophylla (De Botánica Sensual, I). El ensayo tiene 26 páginas y, seguramente, tal como indica el subtítulo, debía de completarse con una segunda parte que no llegó a ver la luz, entre otros motivos porque Escorial desapareció con el número de enero-febrero de 1950.
Habla Guinea en Argyrophylla de plantas como el lirio negro, la anémone nemorosa o el árbol triste, cuyos "dedos finos de las corolas de sus flores rozan tan solo una noche su alma triste de madera jugosa, y esta breve satisfacción le hace feliz unas pocas horas." Pero si hay una descripción que destaque por su sutil erotismo es la que dedica a la peonía:
"La peonía es opulenta y ardiente como la mujer sensual. Tiene grandes flores de un rojo caliente que brillan como la seda. Su androceo es múltipe y está dotado de una pletórica fecundidad. Los millones de granos de polen lucen su amarillo de oro a la luz del sol y embadurnan con su polvo orgiástico las piezas del tálamo. El gineceo polímero, elástico y redondo, se halla recubierto de una vellosidad aterciopelada, suave al tacto...".
No sé por qué el artículo de ese personaje me recuerda otros aparecidos en LNE tiempo ha, en los que también se glosaban fantásticas historias. :-)
ResponderEliminarHa mucho tiempo, sí. Pero algo sigue quedando
EliminarUna prosa muy Thoreauniana...
ResponderEliminarE imaginativa. Uno piensa en la prosa que podía haber utilizado Guinea para describir las flores hermafroditas del banano, por ejemplo.
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