Un poema de José M.ª Botas
LA CIUDAD
Bajo el gris de poniente,
hoy cruzo yo tus calles,
donde mi vida acaba.
Farolas que se encienden
a mi paso...
ya nuestra separación
está cercana.
Me voy
para no verte más,
y ahora comprendo,
aunque tarde,
que te amaba.
Siempre te abandoné,
aun sin saberlo,
herido de nostalgias.
Hoy,
una lluvia
fina y perezosa,
empapa mi corazón,
sin esperanza.
¡Oviedo!,
ciudad siempre sutil,
irónica y esquiva;
cansado voy subiendo,
tus empinadas cuestas...
tu parque me sonríe...
los cisnes me devuelven,
mi antigua juventud
y tu belleza.
Y en los pequeños
estanques de mis ojos,
el agua se desborda,
me acaricia,
besando mis mejillas
con tristeza.
(José M.ª Botas, Solo palabras. Antología poética, Artes Gráficas Grossi, Oviedo, 1982).
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