Afrodisíacos

Norman Douglas publicó Paneros. Some Words on Aphrodisiacs and the Like en una edición privada, de corta tirada, en 1930, por Orioli de Florencia. Un año después lo editaría en Londres Chatto & Windus. Como dato llamativo, esta elegante edición, en grueso papel de hilo y amplios márgenes, lleva en el frontisccpicio un retrato del autor de ¡cuando era un niño!.


El libro recopila todo tipo de sustancias y materias animales, vegetales y minerales, consideradas  afrodisíacas desde la antigüedad hasta nuestros días. Una de los especímenes descritos es una planta llamada satirión u orchis, cuya raíz es tenida como un potente estimulante del deseo carnal. Celio Aureliano, Dioscórides y Maquiavelo, entre otros, hablan de los efectos provocativos del satirión. Los turcos y otros orientales la utilzan para hacer un licor llamado salep. Este es un dibujo de dicha planta:


Según la mitología Orchis, hijo de una ninfa y de un sátiro, fue fulminado por los dioses por desflorar, borracho, a una sacerdotisa de Baco. La esencia de satirión es laboriosa de obtener. Hay que tener en cuenta que de los dos a modo de "cojoncillos" que constituyen la raíz, casi siempre uno de ellos está fláccido, blando y arrugado, y hay que descartarlo, ya que su virtud es, en este caso, de naturaleza saturniana, según Paracelso, y tiene el efecto contrario; o sea, de reprimir y extinguir el impulso sexual. En el tratado Basilica Chymica (1608), de Crollius, hay una receta muy recomendable de elixir de satirión.   

Comentarios

(4)
  1. Me recuerda esa descripción de Paracelso a la magia simpática, tan bien analizada por Frazer en su libro "La rama dorada". Invocar curación y remedio de lo que es semejante al mal, en este caso a la falta de vigor sexual.
    En cuanto al retrato del autor para ilustrar el tratado, es una buena ocurrencia, no se sabe si para atraer la simpatía y la indulgencia de un público propenso a la censura moral, o bien para mostrar el hermoso resultado procreador-un niño muy mono-de los remedios afrodisíacos.

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  2. Estoy de acuerdo con tus comentarios. Creo que Douglas se tomó este libro como un divertimento irónico para sus amigos.

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  3. Qué libros más raros que te encuentras! Y luego, el niño parece una niña. Me parece un poco extraño que aparezca en la portada del libro sabiendo su temática... raro raro...

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  4. Bueno, Douglas no era nada convencional. Raro sí que parece.

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