Cuchillada de asombro
Charles Morgan (1894-1958)
Los días que siguieron a la iniciación de la ofensiva alemana en el verano del año cuarenta y cuatro dieron a toda experiencia personal un cortante filo que no había tenido en Inglaterra desde que se divisó la Armada (...) Todas las cosas buenas resultaban más preciosas; aun las cosas que, en sí mismas, no eran ni buenas ni malas -un libro de cuentas sobre la mesa, un paquete de viejas cartas en un cajón- resultaban extraordinarias porque eran inanimadas, porque habían existido antes del conflicto y continuaban en sus lugares, todavía inconscientes de él. Había una cuchillada de asombro en cada despreocupado movimiento de un pájaro, en la impasible continuidad del arroyo, en el distante e inalterado proceso de la Naturaleza.
( Charles Morgan, La estancia vacía, Ediciones G.P., 1959. Traducción de Simón Santaines)
Parece una escena minimalista, casi se puede ver con tan delicada descripción.
ResponderEliminarMe encantó.
Morgan suele ser bastante aburrido, pero de vez en cuando tiene estos destellos que sorprenden al lector.
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