Las siamesas
El 26 de octubre de 1701 nacieron en Tzoni, en Hungría, dos muchachas unidas por la cintura, las quales vivieron veinte y un años: de edad de siete, las conduxeron a Holanda, a Inglaterra, a Francia, a Italia, a Rusia, y a casi toda Europa; y a los nueve años, un buen sacerdote las compró para ponerlas en un convento de Petersburgo (...) El Sr. Justo Juan Tortos, doctor en Medicina, dio a la Sociedad Real de Londres, el 3 de julio de 1757, una Descripción individual de estas gemelas, la qual había encontrado entre los papeles de su suegro, Carlos Rayger, que era el cirujano ordinario del convento en que vivían.
Una de estas gemelas se llamaba Helena, y la otra Judit (...) No tenían mas que un ano comun; y viendo a cada una de ellas de frente, quando estaban paradas, no se notaba que en nada se diferenciase de las demás mugeres. Como el ano era comun, lo era también la necesidad de ir a desahogar el vientre; pero para el paso de las aguas no sucedía así, pues cada una tenía sus urgencias particulares, y esto daba motivo a que hubiese entre ellas freqüentes disputas, pues quando la más débil tenía necesidad de detenerse, y la más robusta no quería, ésta se llevaba consigo a la otra a pesar suyo: para todo lo demás estaban acordes, pues parecía se amaban tiernamente (...) A los diez y seis años tuvieron sus evacuaciones periódicas, las quales continuaron separadamente en cada una. Acercándose a los veinte y dos años sobrevino una calentura a Judit, la qual se aletargó y falleció el 23 de febrero. La pobre Helena hubo de seguir la suerte de su hermana; y tres minutos antes del fallecimiento de Judit empezó a agonizar, y murió casi al mismo tiempo. Habiéndolas disecado, se halló que tenían cada una sus entrañas muy enteras, y también que cada una tenía para los excrementos su conducto separado, el qual, sin embargo, iba a parar al mismo ano.
(Conde de Buffon, Historia Natural, general y particular, traducción de Joseph Clavijo y Faxardo. 2ª edición, Madrid, Imprenta de la Viuda de Ibarra, tomo V, 1796)
uy... que kitch... la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida...
ResponderEliminarque raruno todo...
raro, raro...
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