Saki


La editorial Navona acaba de lanzar al mercado una nueva colección bajo el nombre de Breves Reencuentros. Uno de los primeros títulos ha sido Reginald (1904), de Saki, en la solvente traducción de Jose Luis Piquero.
Entre la pléyade de humoristas británicos de fines del XIX y principios del XX -Max Beerbohm, F. Anstey, E. C. Bentley, Jerome K. Jerome...- destaca la figura de Hector Hugh Munro (1870-1916), más conocido por Saki. Munro nació en Akyab (Birmania) y se educó privadamente en Inglaterra y en el Continente. En 1893 volvió a Birmania y entró en la Policía Militar. De regreso a Londres en 1896 empezó a escribir artículos satíricos para diversos periódicos bajo el nombre de Saki. Fue corresponsal en los Balcanes, Rusia, Polonia y París. En la Primera Guerra Mundial, con más de cuarenta años, se alistó en los Fusileros Reales, resultando muerto en las trincheras de Francia por un francotirador. Sus últimas palabras parece que fueron: "¡Apagad estos malditos cigarrillos!".
En 1901 publicó en la Westminster Gazette la primera de las historias de Reginald, un joven de aire wildeano, inteligente, misógino, cínico y afectado. Como resume acertadamente Piquero en el prólogo del libro: "Reginald es una arpía sumamente divertida." La figura de Reginald se prolongaría en la serie Reginald en Rusia (de próxima aparición también en Navona). Escribió otros libros de relatos, sketches, teatro y novelas, entre las que destaca El insoportable Bassington (1912). El humor de Saki es, en líneas generales, elegante, sentencioso, bastante ácido y con propensión al negro. Un mezcla exquisita.

Comentarios

(6)
  1. ¿Solvente traductor Piquero?

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, aunque veo en los comentarios que no todos me encuentran solvente, igual que mi banco.
    Un par de comentarios. Las últimas palabras de Saki creo que se refieren al hecho de que los francotiradores alemanes apuntaban guiándose por las ascuas de los cigarrillos, como desgraciadamente pudo comprobar nuestro hombre.
    Me ha gustado especialmente que citaras a Max Beerbohm, un autor poco conocido en España (a ver si Navona se anima). ¿Sabías que estuvo casado con Constance Collier, la cual fue profesora de interpretación de Marilyn Monroe? Extraños eslabones de la cadena de la vida.
    Recuerdos al Anónimo anterior.
    Un abrazo:
    JLP

    ResponderEliminar
  3. No me gusta contestar a anónimos, pero me reitero: las traducciones de Piquero -y no solo de Saki sino de Steinbeck, Stevenson, Twain...- son fiables.
    Amigo José Luis: Max Beerbohm merecería un "reencuentro", pero no sé si sería muy vendible. A lo mejor si se vende como "el marido de quien enseñó a actuar a Marylin Monroe" alguno picaría...
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Ja ja ja! Puede que sí. En cualquier caso, su relato "Enoch Soames" está a la altura de, no sé... "Bartleby, el escribiente".
    Un abrazo:
    JLP

    ResponderEliminar
  5. Habrá que dedicarle un post.

    ResponderEliminar
  6. De "fiable" a "solvente" hay un gran trecho.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario