Poe: su entrada en España (y II)

Pedro Antonio de Alarcón tenía veinticinco años cuando cayó en sus manos uno de los diez o doce ejemplares de Histoires extraordinaires de Edgar Allan Poe, en traducción de Baudelaire, que iban de mano en mano por Madrid en el invierno de 1857. Entusiasmado por su lectura cogió la pluma y escribió un breve ensayo titulado "Edgar Poe", fechado en "Ontaneda, 1858". Ignoro si llegó en su día a ver la luz en algún periódico o revista de la época, pero su autor no se olvidaría de él a la hora de incluirlo en su libro Juicios literarios y artísticos (1883).
El ensayo, que adopta la forma de carta a un amigo, tiene por objetivo presentar a Edgar Allan Poe y su obra al potencial lector. Para Alarcón Poe es el "lord Byron de la América del Norte, ya que no por la índole de sus obras, por los rasgos principales de su vida". Y a su vida se refiere a continuación con unos trazos biográficos sacados en su mayoría de Baudelaire. El joven Alarcón nos pinta al escritor estadounidense como un genio romántico, arrollador e incomprendido a la par que admirado. Su imaginación toma vuelo cuando dice de él que era "de noble y riquísima familia" y que fue "el ídolo de la mejor sociedad de Filadelfia y Nueva York por sus distinguidas maneras, por su elegancia y su singularísima hermosura, proverbial en toda América"; para acabar inventando con todo descaro: "Desde San Petersburgo hasta el cabo de Hornos, de Jerusalén a los Esquimales, recorrió todas las zonas, pudiendo decirse que la tierra entera fue su patria."
En cuanto a su obra, Alarcón ve en Poe sobre todo a un "poeta fantástico", pero con una fantasía con una base racionalista, científica. "Su campo de batalla es la inteligencia", asegura. Y añade: "El secreto de Poe para conmover como conmueve, para persuadir como persuade con sus más inverosímiles cuentos, consiste en una especie de escamoteo de ideas y de palabras que deslumbra y desconcierta al lector."
Menciona asimismo Alarcón que a un editor de Barcelona tenía pensado publicar una selección de las narraciones extraordinarias de Poe en castellano, idea que al poco tiempo halló eco en otro editor de Madrid. De la supuesta edición de Barcelona no he encontrado rastro alguno, y seguramente no llegó a publicarse; pero sí hubo una edición madrileña, considerada la primera con la que se dio a conocer a Poe al público español. Y como es de justicia señalarlo, ahí va la referencia bibliográfica:
Historias extraordinarias por Edgardo Poe, precedidas de un prólogo crítico-biográfico por el Dr. Nicasio Landa. Imprenta de Luis García, editor, Madrid, 1858. 8vo., pp.xxviii-288.
El citado volumen contiene cinco relatos de Poe y lleva adherido, a modo de propina, "Dicha y suerte", un meloso cuento de ¡Fernán Caballero! Tal vez el editor debió de pensar que de esta manera el público pacato se asustaría menos.

Comentarios

(3)
  1. Me han resultado muy interesantes estas dos entradas sobre la recepción española de Poe. Mis felicitaciones y gracias.

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  2. Gracias a ti por seguirme.
    Saludos

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  3. Ja ja ja! El bueno de Alarcón, qué manera de inventar... Pero la causa era buena.
    Un abrazo:
    JLP

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