La hermana del poeta
Fanny Keats, la hermana pequeña de John Keats, se casó en 1826 con un español, Valentín de Llanos y Gutiérrez. Ella tenía veintitrés años, él treinta. Se habían conocido cuatro años antes, en la casa donde ella vivía, en Hamsptead, y desde el principio se sintieron atraídos. Según un testigo de la época, Valentín era un hombre apuesto, de principios liberales y dotado de grandes cualidades. Entre estas cualidades estaba la de escribir. Llanos era autor dos novelas histórico-costumbristas, escritas en inglés: Don Esteban, or Memoirs of a Spaniard, written by himself, y Sandoval, or the Freemason.
En agosto de 1833, la pareja, con sus dos hijos, se traslada a España. Atraviesan Francia y en la frontera española, los aduaneros -entonces una forma institucionalizada de bandolerismo- se "incautan" de su equipaje. Sabemos, por una carta que Fanny escribió a su amiga Fanny Brawne, que entre las pertenencias que le fueron sustraídas estaban la Biblia de la familia y primeras ediciones de libros de su hermano, con dedicatorias de su puño y letra. Afortunadamente, las cartas que le había escrito John cuando ella era adolescente, las llevaba escondidas en su bolso de mano -uno de aquellos indispensables que las señoras victorianas solían portar consigo-, y por suerte se salvaron del atropello.
Tras una breve estadía en Valladolid, de donde era natural Valentín, los Llanos se instalan en 1834 en Madrid. Fanny Llanos nunca más volvería a su país natal. Mantuvo una vida discreta, lejos del bullicio social, dedicada en cuerpo y alma a su familia. Murió en 1890, siete años después que su marido.
Es una pena que Fanny Llanos no nos haya dejado ningún testimonio escrito. A diferencia de otras damas inglesas aficionadas a la escritura, Fanny Keats no escribió ni memorias, ni libros de viajes ni diarios. Solo se conservan algunas cartas sin pretensiones, amables y corteses, dirigidas a familiares y a amigos y estudiosos de su hermano. Poca cosa para quien seguramente tenía mucho que contar.
En agosto de 1833, la pareja, con sus dos hijos, se traslada a España. Atraviesan Francia y en la frontera española, los aduaneros -entonces una forma institucionalizada de bandolerismo- se "incautan" de su equipaje. Sabemos, por una carta que Fanny escribió a su amiga Fanny Brawne, que entre las pertenencias que le fueron sustraídas estaban la Biblia de la familia y primeras ediciones de libros de su hermano, con dedicatorias de su puño y letra. Afortunadamente, las cartas que le había escrito John cuando ella era adolescente, las llevaba escondidas en su bolso de mano -uno de aquellos indispensables que las señoras victorianas solían portar consigo-, y por suerte se salvaron del atropello.
Tras una breve estadía en Valladolid, de donde era natural Valentín, los Llanos se instalan en 1834 en Madrid. Fanny Llanos nunca más volvería a su país natal. Mantuvo una vida discreta, lejos del bullicio social, dedicada en cuerpo y alma a su familia. Murió en 1890, siete años después que su marido.
Es una pena que Fanny Llanos no nos haya dejado ningún testimonio escrito. A diferencia de otras damas inglesas aficionadas a la escritura, Fanny Keats no escribió ni memorias, ni libros de viajes ni diarios. Solo se conservan algunas cartas sin pretensiones, amables y corteses, dirigidas a familiares y a amigos y estudiosos de su hermano. Poca cosa para quien seguramente tenía mucho que contar.
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