El premio Nobel de Literatura 2022 ha ido a parar a Annie Ernaux, una de las más prestigiosas representantes actuales de la llamada autoficción o literatura del yo. Como este subgénero novelístico no está entre mis preferidos, debo reconocer que la obra de la escritora francesa me es en gran parte desconocida, por lo que no me atrevo a expresar una opinión cualificada sobre ella. Me alegro, eso sí, por mi amigo Moisés Mori, que publicó un libro de más de 800 páginas enteramente dedicado a su figura (Escenas de la vida de Annie Ernaux, KRK, 2011), cuando aun no se hablaba de ella como candidata al Nobel.
Con el placer de costumbre leo en Lecturas y pasiones (Xordica, 2021), la más reciente recopilación de artículos de José Luis Melero, una referencia al geógrafo e historiador Isidoro de Antillón y Marzo, nacido y muerto en la localidad turolense de Santa Eulalia del Campo (1778-1814). Antillón fue un ilustrado en toda regla, liberal en lo político, que difundió sus ideas, entre ellas el antiesclavismo, a través de diversas publicaciones. Sus obras más relevantes son las de carácter geográfico, entre las que destaca Elementos de la geografía astronómica, natural y política de España y Portugal (1808). En esta obra se muestra crítico con otros geógrafos españoles (caso de Tomás López) y con los extranjeros que escribían sobre España (a excepción del naturalista Guillermo Bowles). Gracias a Jovellanos Antillón llegó a ser elegido diputado por Aragón en las Cortes de Cádiz. A su amigo y protector le dedicó Noticias históricas de D. Gaspar Melchor de Jovellanos , impreso en Palma de Mall
Ignorante como soy de los mecanismos que rigen en el mundo editorial e incluso de la propia obra de Ernaux, deseo fervorosamente que un premio de la categoría del Nobel haya ido a parar a las manos correctas. En cualquier caso, no deja de resultar sorprendente la disparidad de opiniones que suscita la concesión del galardón este año en función de la cabecera periodística que se coteje.
ResponderEliminarYo creo que el Nobel ha sido polémico desde el principio; pero de manera especial, admitámoslo, en los últimos tiempos.
ResponderEliminarcreo que se superaron.