Ir al contenido principal

Los libros azules


 

EL INFORME BRITÁNICO CONTRA GALES COMO TRASFONDO DE UNDER MILK WOOD. ENTREVISTA CON LA INVESTIGADORA POLLY MANNING

En 1847, el gobierno británico encargó a tres comisionados que realizaran una investigación sobre el nivel educativo del pueblo galés. Las conclusiones las incluyeron en un informe denominado más tarde como los "libros azules", una de las más controvertidas producciones del Servivio Civil. Los comisionados, todos anglicanos, de clase media o alta que no hablaban galés, afirmaban que el inconformismo y el idioma galés -definido con frecuencia como "malvado"- había corrompido a los galeses, impidiéndoles mejorar su nivel educativo. También indicaron que las claese industriales trabajadoras carecían de la moralidad de sus antiguos vecinos británicos en Inglaterra (...)

Si eres galés, siempre hay un conflicto en la idea de lo que significa ser galés, no es algo de lo que hable explícitamente en sus textos, pero siempre estuvo presente la idea. En unas primeras lecturas, encontré que Dylan Thomas tenía un sentimiento bastante negativo respecto a ser galés, de hecho, perteneció a la generación que tenía cierta vergüenza, pobablemente como consecuencia del informe. Sus dos padres hablaban galés, pero no le transmitieron este conocimiento (...)

Dylan Thomas solía decir que "hay tres cosas que hay que saber de mí, y la primera es que soy un hombre galés". Además, creo que remarcaba su origen galés para darse más color, especialmente en algunos círculos sociales de Londres. Él decía que era un lugar mágico y mítico, y esto evidencia que hubo una evolución en su vínculo con la identidad galesa.

(Juan Pablo Bertazza, Himnos al sol en la oscuridad. Un viaje al Gales de Dylan Thomas. La Línea del Horizonte Ediciones, 2021). 

 

 


Comentarios

  1. Bueno, un exceso de consonantes puede otorgar la apariencia de malvado, demoníaco o simplemente enloquecedor a un idioma.

    ResponderEliminar
  2. Cualquier idioma del que no se entiende nada siempre tiene para quien lo oye algo de sospechoso...

    ResponderEliminar
  3. Strange fruit18/1/22, 13:59

    La demonización del proletariado por parte de las clases más pudientes es un asunto que al parecer ya viene de lejos y ha llegado hasta nuestros días dando forma a un fabuloso ensayo de Owen Jones donde se expone con claridad meridiana que lo que se persigue no es sino justificar el aumento de la desigualdad para eludir la resolución de problemáticas económico sociales de mucha mayor profundidad consustanciales al sistema capitalista. La xenofobia y estrechez de miras que revelan los ignominiosos "libros azules" moverían a la hilaridad de no ser porque sus postulados aún serían compartidos por una porción considerable de la sociedad actual. Termino con unos versos de Dylan que me he permitido alterar para la ocasión: "don't criticize what you can't understand, the working clases are beyond your command".

    ResponderEliminar
  4. Ciertamente "Chavs", de Owen Jones, es un ensayo revelador a este respecto.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares

Criterion

  Sin lugar a dudas, The Criterion , fundado y editado por T. S. Eliot en 1922, es una de las mejores revistas literarias británicas del siglo XX. La nómina de colaboradores que tuvo este magazine trimestral, hasta su último número publicado en 1939, conforma un catálogo bastante representativo de lo más granado de la intelectualidad, no solo británica, del período de entreguerras. En sus páginas escribieron luminarias como Pound, Yeats, Proust o Valéry, por citar solo cuatro.   El primer número de The Criterion , salido en octubre de aquel annus mirabilis , es realmente impactante y marca el sello característico de su editor, expresado a través de sus "Commentary"; a saber, la compatibilidad entre una ideología ideología católica y conservadora y una defensa a ultranza de la vanguardia modernista. En este ya mítico número 1, se incluye, por ejemplo, la primera aparición en letra impresa de The Waste Land de Eliot, y la crítica encomiástica de Valéry Larbaud del Ulises, de

Premio Nadal 1944

El jurado del primer Premio "Eugenio Nadal" (Café Suizo, Barcelona, 6 de enero de 1945). De izquierda a derecha: Juan Ramón Masoliver, Josep Vergés, Rafael Vázquez Zamora, Joan Teixidor e Ignacio Agustí.  En un artículo titulado "Premios literarios, cartas marcadas", publicado recientemente en un diario digital su autor Daniel Rosell analiza el trasfondo de premios tan prestigiosos como el Nadal y el Planeta a lo largo de su ya larga historia. Refiriéndose al primero de ellos, Rosell escribe: "Siempre hay alguien que recuerda que el el primer premio Nadal lo ganó una desconocida Carmen Laforet, que se impuso a González Ruano, a quien se le había garantizado el premio." Y añade: "Es emotivo, incluso tiene elementos épicos la historia de una joven desconocida que se alza con un galardón literario al que aspiraban los nombres -todos masculinos- consagrados de las letras de entonces, pero ¿por qué no poner el acento en González Ruano? (...) En otra

Bennett sobre "Ulises"

He aquí una foto clásica. Está tomada en la trastienda de la librería Shakespeare and Company, en París, poco después de la publicación de Ulises de James Joyce. En la foto aparecen Sylvia Beach (izquierda), propietaria de la librería y editora de la novela, y su autor (derecha). Me gustaría, sin embargo, que se fijaran en el cartel que hay detrás: ARNOLD BENNETT ON "ULYSSES".  Bennett fue un prolífico escritor inglés, autor de novelas como Los Clayhanger , Ana de las Cinco Villas o Cuentos de viejas , que alcanzaron en su tiempo enorme popularidad y fueron auténticos bestsellers. Seguidor de la gran tradición novelística del siglo XIX, sus obras iban destinadas preferentemente al llamado gran público, lo cual no quiere decir que no se preocupara por el estilo o la forma narrativa. Para Virginia Woolf y el círculo de Bloomsbury, Bennett representaba el lado más aborrecible de la narrativa y, en consecuencia, era no solo minusvalorado sino desdeñado (se burló de él en el ensa