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El extranjero

 


Un extranjero llega a una ciudad desconocida tras un largo viaje. Es de mediana edad, y lo han separado de su familia; en algún sitio está su mujer, un hijo quizá. El viaje ha sido problemático, y el extranjero está cansado. Mira de abajo a arriba el edificio que ha de ser su casa y, quizá con un leve suspiro, empieza a andar hacia él: es el corto tramo final del camino imprevisiblemente tortuoso que lo ha traído hasta aquí. Hay unas escaleras que conducen al edificio, y le cuesta subirlas. O quizá haya un arco a la entrada del edificio y por él camine muy despacio, pequeña mancha que desaparece en las fauces de la oscuridad. Es probable que el peso de los bultos que transporta le venza los hombros. Dos bultos que ahora son todo lo que posee, aparte de la mujer y el hijo. ¿Cuándo llegarán estos? Hizo el equipaje a toda prisa. ¿Qué incluir, qué es lo más precioso? En uno de los bultos bien puede haber libros. 

(Daniel Mendelsohn, Tres anillos. Una historia de exilio, literatura y destino. Seix Barral, 2021).


Comentarios

  1. Suficiente. Ya está garantizado que me lanzaré a por ese libro tan pronto se ponga a mi alcance.

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  2. Estimulante zambullida, sin duda.

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  3. LIEDER MIT WORTE29/11/21, 20:53

    Montag, el bombero pirómano de Fahrenheit 451 "huía de una aterradora realidad para meterse en una realidad irreal, porque era nueva...". Algo parecido pienso que le sucede al extranjero en su arribada al que será su nuevo hogar. Existe algo de redentor en esos libros que posiblemente transporta que me remite directamente a los desaparecidos manuscritos que cargaba Walter Benjamin poco antes de morir en Portbou o a las palabras de Simone Weil: "La lectura salva. Del desconocimiento, de la credulidad, de la soledad".

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  4. Todos ellos tienen algo en común. El libro de Mendelsohn se centra en Auerbach y Sebald, entre otros, pero también podría incluir a Benjamin.

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