El jurado del primer Premio "Eugenio Nadal" (Café Suizo, Barcelona, 6 de enero de 1945). De izquierda a derecha: Juan Ramón Masoliver, Josep Vergés, Rafael Vázquez Zamora, Joan Teixidor e Ignacio Agustí. En un artículo titulado "Premios literarios, cartas marcadas", publicado recientemente en un diario digital su autor Daniel Rosell analiza el trasfondo de premios tan prestigiosos como el Nadal y el Planeta a lo largo de su ya larga historia. Refiriéndose al primero de ellos, Rosell escribe: "Siempre hay alguien que recuerda que el el primer premio Nadal lo ganó una desconocida Carmen Laforet, que se impuso a González Ruano, a quien se le había garantizado el premio." Y añade: "Es emotivo, incluso tiene elementos épicos la historia de una joven desconocida que se alza con un galardón literario al que aspiraban los nombres -todos masculinos- consagrados de las letras de entonces, pero ¿por qué no poner el acento en González Ruano? (...) En otra
Detesto por igual en hombres y mujeres esos estereotipados comentarios que implican una insana y trasnochada confrontación entre sexos. Me quedo con el tono conciliador de Mark Twain en "El diario de Adán y Eva": Después de todos estos años, veo que estaba equivocado con Eva al principio; es mejor vivir fuera del jardín con ella que dentro de él sin ella.
ResponderEliminarY mejor aún: Vivir con Eva en el jardín.
ResponderEliminarObviamente; Twain no parece contemplar esa opción sabedor como era del peaje que tendría que pagar: Someterse a los designios, vigilancia y escrutinio del dios-Sauron y su alargado brazo. Ya comprendes lo que quiero decir; no cambiar de señores sino no tener ninguno.
EliminarA mí, en cambio, me maravilla considerar en qué podría estar pensando Dios cuando creó a Rita Hayworth.
ResponderEliminarhttps://youtu.be/gUuda4mbRcA Rita Hayworth: Amado mío
No está mal del todo, pero me quedo con Audrey y su "Moon River" en desayuno con diamantes.
Eliminarhttps://www.google.com/search?q=Audrey+hepburn+moon+river&sxsrf=AOaemvJT1BgK4au9MrJRLuMDo9nZm4OSXA%3A1633728431438&ei=r7dgYdKkGu6OlwSHtY_IAQ&oq=Audrey+hepburn+moon+river&gs_lcp=ChNtb2JpbGUtZ3dzLXdpei1zZXJwEAMyCAguEIAEEJMCMgUIABCABDIFCAAQgAQyBQgAEIAEMgUIABDLATIFCAAQywEyBQgAEMsBMgUIABDLAToECAAQRzoKCC4Q6gIQJxCTAjoHCC4Q6gIQJzoHCCMQ6gIQJzoNCC4QxwEQrwEQ6gIQJzoHCC4QJxCTAjoECC4QJzoECCMQJzoECC4QQzoKCC4QxwEQrwEQJzoNCC4QxwEQrwEQJxCTAjoKCC4QsQMQgwEQQzoECAAQQzoKCC4QsQMQQxCTAjoOCC4QgAQQsQMQxwEQowI6CwgAEIAEELEDEIMBOggIABCABBCxAzoHCC4QsQMQQzoLCC4QgAQQsQMQgwE6BQguEIAEOggILhCABBCxA1C1HVitpwFghbQBaAJwAXgDgAGAAogB1TeSAQcwLjI2LjExmAEAoAEBsAEPyAEIwAEB&sclient=mobile-gws-wiz-serp
Me quedo con ambas, y aún añadiría otras (p. ej. Silvana Mangano en "Arroz amargo": https://www.youtube.com/watch?v=TqdPPNCQ7tc
ResponderEliminarEl suyo, don Jorge, es un criterio ecuánime, generoso, universalista. Tiene razón: en esta materia todo sectarismo es absurdo.
EliminarGracias, Sal.
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