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El "caso" Boixadós (y III)




Después de Retorno María Dolores Boixadós publicaría otras tres novelas: Balada de un músico (Editorial Quevedo, Madrid, 1968), que trata de un pianista que debe afrontar problemas de parálisis progresiva; Aguas muertas (Punta Europa, Madrid, 1970), que había presentado al premio "Eugenio Nadal" de 1944; y Gabriel: coda final (Hogar del Libro, Barcelona, 1991). Su última obra publicada fue Identidades perdidas (Editorial Milenio, Lleida, 2004), sentido testimonio de los catorce años que pasó al cuidado de su esposo enfermo de Alzheimer.
No deja de resultar curioso que tanto Nada, de Laforet, como Aguas muertas compartan más de unn rasgo característico. Para empezar ambos títulos pretenden reflejar el clima existencial depresivo y estancado del momento. Ambas novelas tienen por protagonistas a chicas de provincias que llegan a una gran ciudad -Barcelona, Madrid- para estudiar. La protagonista de Aguas muertas, Elena Just, va a parar a una residencia de señoritas, un microscosmos cerrado y algo sórdido como la oscura casa de la calle Aribau donde se aloja Andrea. Tanto una como otra son de carácter independiente y retraído, lo que en el caso de Elena le ocasiona más de un problema, como cuando es acusada de lesbianismo por la directora de la residencia y expulsada.
Pero sin duda la obra mayor de Boixadós es Retorno. Una novela de 400 densas páginas que trata el tema del exilio visto desde un doble punto de vista, la de una exiliada en Estados Unidos (trasunto de la propia Boixadós) y el de un maestro de escuela de su pueblo que se optó por quedarse. La mujer sin nombre que se debate entre volver o no volver vive en Ciudad del Secreto (en realidad Oak Ridge, Tennessee, donde Boixadós residió casi veinte años y sede de la Comisión de Energía Atómica) y el maestro en el Pueblo (así, en mayúscula) localizado en el Pirineo leridano. Los dos hilos narrativos se diferencian incluso tipográficamente (el primero está redactado en primera persona, el segundo en tercera y en cursiva). Técnicamente se alinea con la narrativa denominada "estructural", predominante en la época. Se utiliza el monólogo interior y el diálogo de tintes fantásticos con la Hormiga (representación de la conciencia de la protagonista). La guerra civil por un lado y la posible guerra nuclear por otra constituyen el telón de fondo de esta honda e insólita novela.
Retorno no pudo publicarse en su día en España por problemas de censura. Más tarde, desaparecida ésta, los gustos literarios del público habían cambiado y las novelas demasiado "experimentales" cotizaban a la baja. Una vez más la trayectoria literaria de María Dolores Boixadós se vio frustrada. Los manuales de la literatura española del siglo XX, con escasísimas excepciones, la han ignorado y en la actualidad continúa siendo una escritora desconocida.

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