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Gente muy rica


Nosotros, los americanos, nunca negaremos que tengamos clases sociales y esnobismo, pero parece que consideramos poco correccto adquirir plena conciencia de estos fenómenos. No olvidemos que gran parte de nuestro público lector todavía acusa a Henry James de haber prestado excesiva atención a la sociedad. Recordemos aquella conversación que ha llegado a formar parte, por muy interesantes razones, de nuestro folklore literario. Scott Fitzgerald dijo a Ernest Hemingway: "La gente muy rica es distinta de nosotros." Hemingway contestó: "Sí, tiene más dinero." Esta conversación se ha citado muchas veces, y siempre con la finalidad de indicar que Fitzgerald estaba enamorado de la opulencia, y que su democrático amigo le dio una saludable lección. Pero la verdad es que el dinero, cuando supera cierta suma, se convierte en rasgo de la personalidad. En cierto importante sentido, la gente muy rica es verdaderamente distinta a nosotros. Y lo mismo ocurre en el caso de la gente muy poderosa, muy bien dotada intelectualmente, y muy pobre. Fitzgerald estaba en lo cierto, y su frase es casi suficiente, en sí misma, para motivar que Balzac le recibiera con los brazos abiertos en el cielo al que van los novelistas.

(Lionel Trilling, "Los modales, las costumbres y la novela", en Más allá de la cultura y otros ensayos. Traducción Carlos Ribalta. Editorial Lumen, 1969). 

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Criterion

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Premio Nadal 1944

El jurado del primer Premio "Eugenio Nadal" (Café Suizo, Barcelona, 6 de enero de 1945). De izquierda a derecha: Juan Ramón Masoliver, Josep Vergés, Rafael Vázquez Zamora, Joan Teixidor e Ignacio Agustí.  En un artículo titulado "Premios literarios, cartas marcadas", publicado recientemente en un diario digital su autor Daniel Rosell analiza el trasfondo de premios tan prestigiosos como el Nadal y el Planeta a lo largo de su ya larga historia. Refiriéndose al primero de ellos, Rosell escribe: "Siempre hay alguien que recuerda que el el primer premio Nadal lo ganó una desconocida Carmen Laforet, que se impuso a González Ruano, a quien se le había garantizado el premio." Y añade: "Es emotivo, incluso tiene elementos épicos la historia de una joven desconocida que se alza con un galardón literario al que aspiraban los nombres -todos masculinos- consagrados de las letras de entonces, pero ¿por qué no poner el acento en González Ruano? (...) En otra

Bennett sobre "Ulises"

He aquí una foto clásica. Está tomada en la trastienda de la librería Shakespeare and Company, en París, poco después de la publicación de Ulises de James Joyce. En la foto aparecen Sylvia Beach (izquierda), propietaria de la librería y editora de la novela, y su autor (derecha). Me gustaría, sin embargo, que se fijaran en el cartel que hay detrás: ARNOLD BENNETT ON "ULYSSES".  Bennett fue un prolífico escritor inglés, autor de novelas como Los Clayhanger , Ana de las Cinco Villas o Cuentos de viejas , que alcanzaron en su tiempo enorme popularidad y fueron auténticos bestsellers. Seguidor de la gran tradición novelística del siglo XIX, sus obras iban destinadas preferentemente al llamado gran público, lo cual no quiere decir que no se preocupara por el estilo o la forma narrativa. Para Virginia Woolf y el círculo de Bloomsbury, Bennett representaba el lado más aborrecible de la narrativa y, en consecuencia, era no solo minusvalorado sino desdeñado (se burló de él en el ensa