Ir al contenido principal

Un poema de Vigny



Y sola, no obstante, un día, su tímida compañera
Contempla a su alrededor la celestial campiña,
Extiende el ala y sonríe, se evade y por los aires
Busca a su amiga Tierra o a los astros desiertos.
Y, así como en la espesura de la Luisiana,
Bajo el bambú mecido y unas largas lianas,
Roto el huevo dorado, por el sol ya maduro
De un nido floral sale el Colibrí magnífico,
Una esmeralda verde su testa ha coronado,
De en la espalda unas alas la púrpura ya presta,
La coraza de azur orna su corazón joven
Y para enconar el aire, el ave parte vencedora
Y pasea por lugares cercanos a la luz
Sus plumas de coral que tanto temen al polvo.
Bajo su abrigo selvático, aturdiendo a la paloma,
El osado viajero frecuenta la palmera.
Abandona primero el llano, que es tan oloroso,
Pasa, ambicioso, del arce hasta el hayal
Y de todos sus festines cree encontrar aprestos
En la frente del palmito o en los brazos del ciprés,
Mas el bosque es un exceso a sus recientes alas
Y están las flores de cuna de este paraje ausentes
Y a buscarlas él planea en la verde sabana:
Las serpientes pajareras que podrían ocultarlas
Le espantan mucho menos que tan áridas forestas,
Y persigue junto al agua el jazmín de las Floridas,
El nomeolvides al fondo de su presidio casto
Y la fresa embalsamada, en medio de aquel cespedal.

(Fragmento de "Eloa, o la hermana de los ángeles", de Alfred de Vigny, 1823. Traducción de P. L. Ugalde, 1979)  

Comentarios

  1. Jorge, gracias por mostrármelo y sacarlo de la invisibilidad.

    ResponderEliminar
  2. Intenso y precioso poema. Jorge, lo que no entiendo es porqué empiezan todos los versos con mayúsculas.
    ¿Me lo explicas?

    Gracias

    ResponderEliminar
  3. Creo que en el original también se empiezan los versos con mayúsculas, y el traductor quiso respetar este rasgo que, por otra parte, era bastante frecuente en la época.

    ResponderEliminar
  4. He visto un manuscrito de un poema de Vigny y los comienzos de los versos no están con mayúsculas. Por lo que deduzco que puede tratarse de una cuestión tipográfica..

    ResponderEliminar
  5. Hola. Disculpe, en dónde puedo encontrar este poema? Me gustaría leer ésta traducción, pero resulta difícil conseguirla.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares

Antillón

  Con el placer de costumbre leo en Lecturas y pasiones (Xordica, 2021), la más reciente recopilación de artículos de José Luis Melero, una referencia al geógrafo e historiador Isidoro de Antillón y Marzo, nacido y muerto en la localidad turolense de Santa Eulalia del Campo (1778-1814). Antillón fue un ilustrado en toda regla, liberal en lo político, que difundió sus ideas, entre ellas el antiesclavismo, a través de diversas publicaciones. Sus obras más relevantes son las de carácter geográfico, entre las que destaca Elementos de la geografía astronómica, natural y política de España y Portugal (1808). En esta obra se muestra crítico con otros geógrafos españoles (caso de Tomás López) y con los extranjeros que escribían sobre España (a excepción del naturalista Guillermo Bowles). Gracias a Jovellanos Antillón llegó a ser elegido diputado por Aragón en las Cortes de Cádiz. A su amigo y protector le dedicó Noticias históricas de D. Gaspar Melchor de Jovellanos , impreso en Palma de Mall

Como un río de corriente oscura y crecida

  Era un panorama extraño. En Barcelona, la habitual multitud nocturna paseaba Rambla abajo entre controles de policía regularmente repartidos, y la habitual bomba que explotaba en algún edificio inacabado (a causa de la huelga de los obreros de la construcción) parecía arrojar desde las calles laterales perqueñas riadas de gente nerviosa a la Rambla. Los carteristas, apaches, sospechosos vendedores ambulantes y relucientes mujeres que normalmente pueden verse en las callejuelas se infiltraban entre las buenas familias burguesas, las brigadas de obreros de rostro endurecido, las tropillas de estudiantes y jóvenes que deambulaban por la ciudad. La multitud se desparramaba lentamente por la Rambla, como un río de corriente oscura y crecida. Apareció un ejército de detectives, de bolsillos abultados, apostados en cada café, vagueando por la Rambla y enganchando, de un modo vengativamente suspicaz, a algunos transeúntes elegidos por alguna singular razón, hasta el punto de que incluso esta

Premio Nadal 1944

El jurado del primer Premio "Eugenio Nadal" (Café Suizo, Barcelona, 6 de enero de 1945). De izquierda a derecha: Juan Ramón Masoliver, Josep Vergés, Rafael Vázquez Zamora, Joan Teixidor e Ignacio Agustí.  En un artículo titulado "Premios literarios, cartas marcadas", publicado recientemente en un diario digital su autor Daniel Rosell analiza el trasfondo de premios tan prestigiosos como el Nadal y el Planeta a lo largo de su ya larga historia. Refiriéndose al primero de ellos, Rosell escribe: "Siempre hay alguien que recuerda que el el primer premio Nadal lo ganó una desconocida Carmen Laforet, que se impuso a González Ruano, a quien se le había garantizado el premio." Y añade: "Es emotivo, incluso tiene elementos épicos la historia de una joven desconocida que se alza con un galardón literario al que aspiraban los nombres -todos masculinos- consagrados de las letras de entonces, pero ¿por qué no poner el acento en González Ruano? (...) En otra