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Mostrando entradas de abril, 2013

Seymour Krim

Seymour Krim (1922-1989) Pese a formar parte de la g enera ción beat su nombre no suele mencionarse ni aparece en las antologías junto a otros colegas. Probablemente el hecho de que no sea poeta ni haya escrito novelas, ha influido a la hora de orillar su figura. Krim se dedicó preferentemente al ensayo y al artículo  cultural, y en este campo puede decirse que es uno de los iniciadores del "nuevo periodismo". Fue él quien acuñó la expresión "radical chic ", que después hizo suya Tom Wolfe. P ero tampoco en esta parcela se le reconoce, por lo general, todo lo que se le debe.  Seymour Krim era judío neoyorquino, pero odiaba a los intelectuales judíos neoyorquinos , a excepción de Milton Klonsky. Colaboró en algunas de las mejores publicaciones periódicas del país: The Village Voice, Playboy, New York Magazine, The New York Times, Los Angeles Times, Washington Post ...          En 1960, instalado ya en Greenwich Village, publicó su primera colección de ensa

Música y guillotina

Afortunadamente hacía algún tiempo que iba a casa de mi abuelo un mecánico alemán llamado Schmidt, a quien había hablado algunas veces del apuro en que se hallaban el doctor Guillotin y él. Aquel mecánico, constructor entonces de clavicordios, era muy hábil en mecánica, y sumamente apasionado de la música, como casi todos los de su país. Habiendo conocido a mi abuelo por haberle vendido algunos instrumentos, acabó por frecuentar su casa, ya para afinar el clavicordio o para proveerle de todo lo necesario para el manejo de otros instrumentos. La afición a la música acabó de unirle a Carlos Henrique Sanson que tocaba tan bien el violín como el violoncelo, no tardando en ponerle en un acuerdo completo el repertorio de Gluck. Así fue que Schmidt iba muchas veces a lucirse en el clavicordio, mientras que Carlos Enrique Sanson hacía gemir su violín y suspirar su violoncelo. Ahora bien, una noche entre un aria de Orfeo y un dúo de Ifigenia , se cambió de instrumentos, si me es permitido

Extraño animalillo

La Beatus libido major , según José Luis Posada BEATA TOZUDA Beatus libido major Nacido en al-Andalus, a finales del siglo XII, Mose Ben Rusd, más conocido universalmente como Mairroes, fue el primer naturalista que reparó en estas inauditas criaturas con rostros de beatas, expresión reconcentrada y vuelo hipnotizante. Luego de dudar por una década, Mairroes terminó por clasificarlas en la clase Insecta , a pesar de que carecían por completo de los tres clásicos pares de patas. El sabio, mediante pacientes y agudas observaciones, determinó el tamaño: "Más grandes que algunos comejenes y más pequeñas que algunas mariposas no muy grandes", determinó los hábitos alimenticios: "Liban néctar de flores y hasta sangre de ganado equino y porcino", y observó el alegre revoloteo en primavera (la insectología se encontraba apenas en formación como rama de la biología) y díjose: "O se resignan a ser insectos o las pongo en el orden Insectívora a convivir con

En el día del libro

Ilustración de Antonio Roca con frases célebres ironizadas,  en Boixareu (1982) DECÁLOGO DEL LECTOR 1º. Considerar la lectura como una necesidad vital. 2º. Poseer una selección de obras básicas, recurriendo al servicio de las bibliotecas en caso necesario. 3º Tener un libro siempre a mano. 4º Iniciar la lectura con ilusión de espíritu y comodidad de cuerpo. 5º. Recrearse en los párrafos interesantes. 6º Acotar las frases o pasajes más destacados. 7º. Interesarse por la crítica bibliográfica y poseer ordenadamente los catálogos preferidos. 8º. Contrastar las opiniones propias con las de autores discrepantes. 9º. Acudir frecuentemente a la librería para conocer las novedades. 10º. Hacer partícipes a los amigos de las obras trascendentales. (José Mª Boixareu Ginesta, La lectura. El Librero , VIII Congreso Nacional de Libreros Españoles, Zaragoza, mayo de 1982)

Una guía de diarios

José Luis Melero, escritor y bibliófilo zaragozano, ha escrito un libro útil e interesante: Manual de uso del lector de diarios (2013), publicado por Olifante en una cuidada y manejable edición. El libro es una selección "caprichosa", según el autor, pero la realidad es que en él se encierran referencias bibliográficas de la inmensa mayoría de los diarios o dietarios publicados en España (pero no únicamente), desde los más conocidos a otros prácticamente desconocidos o inencontrables. Melero no se limita a presentar una mera ficha bibliográfica, sino que suele dar su parecer, en acertados, y a menudo irónicos, comentarios. Así, por ejemplo, al hablar de los Diarios íntimos de Agustín de Foxá: Foxá es sin duda un gran escritor, pero era también un cínico redomado. En la primera anotación de su diario, en septiembre de 1936, con España ardiendo por los cuatro costados y medio muerta de hambre, Foxá escribe lo siguiente: "París. Chez Prunier. Unas ostras, Un chablis

Dostoievski

Fiódor Dostoyevski (1821-1881) (Benkard, 83)

Genial galimatías

Manuscrito original (fragmento del capítulo 5) de Los hermanos Karamázov. Me gustaría saber el nombre del tipógrafo que tuvo que componer este original de Dostoyevski, para rendirle mi particular homenaje.

El twist de La escapada

Como complemento a la entrada anterior, he aquí el twist que se bailaba en la película: "Guarda come dandolo". Lo cantaba Edoardo Vianello. Luego hay otro, el twist "camagnolo". Ver la cara de joven asombrado e inexperto de Jean-Louis Trintignant y compararla con la mirada de anciano cansado en la reciente película Amor , de Haneke. Así es el paso inexorable del tiempo. ¡Conget, ayuda!     

La chica de la escayola

Fotograma de La escapada (1962), de Dino Risi El segundo gran estímulo procedió de La escapada , otro título exaltado a las alturas de las máximas audacias de la voluptuosidad por mis compañeros de pizarra y pupitre y al que yo, como si no supiera de las eficacias tijeriles de la censura, atribuí delicias pecaminosas, sobre todo cada vez que  -o sea, todas las tardes al salir de clase- me pasaba por la fachada del cine Elíseos para contemplar un cuadro en el que se veía a varios jóvenes bailando el twist , entre ellos una muchacha en bikini y con una pierna escayolada: esa escayola me turbó hasta la asfixia. (José María Conget, "Mi vida en los cines", en La mujer que vigila los Vermeer , Editorial Pre-Textos, 2013)

Viaje en tren

"La locomotiva con un silbido anuncia á los pasageros que se aleja de la capital y que el tren deslizándose magestuosamente sobre el ferro-carril, corta los aires por el impulso del vapor, como el águila con el de sus alas; domina el viagero el espacio, por un lado el mediterráneo le presta estender la vista, interponiéndose desde el horizonte á su centro solo las naves que surcan las aguas plateadas, y por el otro se crreerá que la naturaleza y el arte estuvieron de acuerdo para atraerse la admiración de los hombres (...) Por fin otro silbido anuncia no paseis mas allá , y el viagero como si dispertara de un dulce sueño, cree haber visto en un panorama una porción de jóvenes hermosas que con gracia contestaban á sus saludos y que al hallarse entre tinieblas en el paso del amor (1) sirvióle para descansar su vista y admirar de nuevo. Su reloj señala una hora mas que á su salida de Barcelona... duda si ha sido un sueño dorado lo que ha pasado por su imaginación..." (1

Lewis Spence

Lewis Spence (1874-1955) Lewis Spence fue un folklorista, periodista y ocultista escocés que escribió varios libros sobre leyendas y romances de Escocia, Bretaña, Alemania y España; asi como sobre las antiguas culturas y mitologías babilónica, asiria, maya, céltica, inca, azteca y de los indios norteamericanos. Sus libros sobre los antiguos continentes perdidos de Atlántida y Lemuria le dieron notoriedad, y fue uno de los primeros en relacionar e l nazismo con el ocultismo. Como político militó en el nacionalismo escocés y fue cofundador del Movimiento Nacional Escocés.  En Legends & Romances of Brittany (1917), al hablar de las construcciones megalíticas, recuerda  una vieja y curiosa creencia:   "M. Salomon Reinach nos cuenta la creencia que ciertas piedras sagradas se van una vez al año o una vez cada siglo a "lavarse" al mar o a un río, regresando a sus antiguos ubicaciones después de sus abluciones. Se piensa que las piedras del dolmen de Essé cambia

La nave de Teseo

Le vaisseau de Thésée (1946), de Valery Larbaud. Ilustración de Marcel Brion. Me había impresionado, cuando estudiaba, en Filosofía, esta idea de que "no bebemos jamás dos veces en el mismo río". Y un poco más tarde, después de haber leído o escuchado decir que nuestra misma sustancia, nuestras células, se renuevan enteramente en el transcurso de siete años, me preguntaba si no habría que decir que "jamás el mismo hombre bebe dos veces en el mismo río", él mismo siendo un río, o un arroyo, de existencia (...) Por otro lado, yo no podía evitar unir la renovación de nuestra sustancia en un ciclo de siete años, a un hecho histórico que había golpeado fuertemente mi imaginación: el hecho de que Atenas conservara, en uno de sus puertos, la nave de Teseo. Nave venida del fondo de los tiempos, salida, real y completa, de la fábula y las leyendas (...) Se la había reparado tan a menudo en el curso de los siglos que no había ni un clavo ni una tabla que no hubi