Ir al contenido principal

Jean Stafford

Jean Stafford (1916-1979)

Jean Stafford era californiana, se crió en Colorado, por cuya Universidad se graduó, y luego se estableció en la Costa Este. Allí conoció a Robert Lowell con quien se casó en 1940, a pesar de la desaprobación de la familia del poeta bostoniano. El matrimonio fue un fracaso y acabaron divorciándose. En 1950 se casó con Oliver Jensen, editor de la revista Life, del que se divorció cinco años más tarde. Sus problemas con la bebida aumentaron. Se volvió a casar en 1963 con A. J. Liebling, escritor de deportes del New Yorker, del que quedó viuda en 1963.
A lo largo de su complicada e inestable trayectoria vital Stafford escribió novelas y relatos cortos. Su primera novela, Boston Adventure (1944) fue un bestseller; sin embargo el éxito no se repitió con sus otras dos: The Mountain Lion (1947) y The Catherine Wheel (1955). Su recopilación de relatos, Collected Stories (1969), consiguió el premio Pulitzer.
Bajo una superficie de aparente y brillante comedia, en las narraciones de Jean Stafford subyacen a menudo capas de tensión, violencia y tragedia. Su territorio predilecto es la infancia y la adolescencia; y, al igual que las historias de Hemingway -pero con un estilo diferente- las suyas esconden más de lo que muestran. Algunos de los relatos -como"Children Are Bored on Sunday", "A Country Love Story", basado en su tormentoso matrimonio con Lowell, o "The Interior Castle", inspirado en su paso por una clínica "psico-álcohólica"- son verdaderas piezas de antología. Suele decirse que fue más una escritora de escritores que de público común. Pero, como en otros casos, no deja de ser un tópico inmerecido. En nuestros lares Jean Stafford es una auténtica desconocida, por lo que sería de agradecer que algún editor se decidiera a traducir y a publicar, por ejemplo, una selección de sus relatos cortos.

Comentarios

  1. Bueno, por primera vez en varios días me deja comentar.
    A ver si se animan en Navona. Me encantaría ser yo quien la tradujera. Por cierto, ¿cómo era aquello que decía Lowell en un poema, algo así como "comparada con mis esposas, mi madre era un portento"? Qué víbora.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Sería estupendo que pudieras traducirla.
    Lo de Lowell y Stafffor debió de ser de espanto. A lowell le dio la vena religiosa y la obligaba a rezar el rosario tres veces al día. De locos. No me extraña que acabaran como acabaron.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares

Criterion

  Sin lugar a dudas, The Criterion , fundado y editado por T. S. Eliot en 1922, es una de las mejores revistas literarias británicas del siglo XX. La nómina de colaboradores que tuvo este magazine trimestral, hasta su último número publicado en 1939, conforma un catálogo bastante representativo de lo más granado de la intelectualidad, no solo británica, del período de entreguerras. En sus páginas escribieron luminarias como Pound, Yeats, Proust o Valéry, por citar solo cuatro.   El primer número de The Criterion , salido en octubre de aquel annus mirabilis , es realmente impactante y marca el sello característico de su editor, expresado a través de sus "Commentary"; a saber, la compatibilidad entre una ideología ideología católica y conservadora y una defensa a ultranza de la vanguardia modernista. En este ya mítico número 1, se incluye, por ejemplo, la primera aparición en letra impresa de The Waste Land de Eliot, y la crítica encomiástica de Valéry Larbaud del Ulises, de

Premio Nadal 1944

El jurado del primer Premio "Eugenio Nadal" (Café Suizo, Barcelona, 6 de enero de 1945). De izquierda a derecha: Juan Ramón Masoliver, Josep Vergés, Rafael Vázquez Zamora, Joan Teixidor e Ignacio Agustí.  En un artículo titulado "Premios literarios, cartas marcadas", publicado recientemente en un diario digital su autor Daniel Rosell analiza el trasfondo de premios tan prestigiosos como el Nadal y el Planeta a lo largo de su ya larga historia. Refiriéndose al primero de ellos, Rosell escribe: "Siempre hay alguien que recuerda que el el primer premio Nadal lo ganó una desconocida Carmen Laforet, que se impuso a González Ruano, a quien se le había garantizado el premio." Y añade: "Es emotivo, incluso tiene elementos épicos la historia de una joven desconocida que se alza con un galardón literario al que aspiraban los nombres -todos masculinos- consagrados de las letras de entonces, pero ¿por qué no poner el acento en González Ruano? (...) En otra

Pìanos mecánicos

De Los organillos , de Henri-François Rey, publicada a principios de los años sesenta, recordaba más su versión cinematográfica, titulada Los pianos mecánicos como el original francés, que la propia novela. Yo estaba en Cadaqués el verano en que se rodó la película, y tuve la ocasión de ver de cerca a dos de sus intérpretes más conocidos: James Mason y Hardy Krüger. La protagonista femenina era Melina Mercouri, pero a ella no tuve la suerte de verla. El filme lo dirigió Juan Antonio Bardem y, aunnque no es una de sus mejores películas, sí es una de sus producciones internacionales de más éxito comercial. A Henri-François Rey, que pasaba largas temporadas en Cadaqués (Caldeya en la ficción), también lo  tenía visto por el bar Marítim o el café Melitón (título, por cierto, de su última novela). En su momento la novela fue un éxito de ventas y de crítica (llegó a finalista del Goncourt y ganó el Interallié).Leída al cabo de los años puedo asegurar que no solo se sostiene muy bien