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Mostrando entradas de septiembre, 2011

Turismo confidencial

Prosper Mérimée (1803-1970) Prosper Mérimée era un enamorado de España, viajó por el país en siete ocasiones y dejó algunas páginas memorables de la literatura de viajes. Ahora bien, fuera de su vertiente pública de viajero romántico y estudioso hispanista hay un aspecto privado menos conocido pero no menos interesante. En una carta a su amigo Stendhal, fechada el 30 de abril de 1835, Mérimée se atreve, con su experiencia, a darle algunos consejos: "Valencia es, sin discusión alguna, después de Madrid y de Cádiz, la ciudad que yo escogería para vivir... Por una piastra tenía alojamiento (aunque malo, ciertamente), desayuno, comida y cena. Por una piastra puedes tener también una chica de quince años muy bonita. Aquí hay tantas alcahuetas como quieras. Por un doblón tienes una virginidad garantizada (...) Pasé veintiún días en Valencia sin aburrirme, pero es que eché una treintena de polvos (...) Resumiendo, yo me iría a Valencia. Una vez instalado en la ciudad pediría un permiso p

Paloma y Palomo, canes ectromelianos

Fotografía de Juan Gutiérrez de Paloma , su esqueleto, y su hermano Palomo . En el tomo III, cuaderno 3º, de los Anales de la Sociedad Española de Historia Natural , correspondiente a diciembre de 1874, viene una nota titulada "Caso teratológico observado en dos mastines", de la que es autor el catedrático de la Facultad de Veterinaria, D. Ramón Llorente y Lázaro. El Dr. Llorente comunica que en el mes de marzo de 1870, en una posesión de D. Juan Farelo y Díaz, sita en la vereda llamada de Postas, pasado el almacén general de efectos de la Villa de Madrid, al norte de la capital, una perra mastina de dicho señor parió un perro y una perra a los que faltaban los miembros torácicos o brazos, pues no presentaban en el sitio de éstos mas que el hombro y un muñón constituido por el tercio superior del húmero. Según afirma el Dr. Llorente, que acogió y mantuvo a los cachorros a sus expensas, desde el principio la perra, llamada Paloma , mostró un carácter irascible y ladrador. Por

Presentación en Gijón

Ricardo Menéndez Salmón y Jorge Ordaz en La Buena Letra Ayer se presentó en Gijón, en la librería La Buena Letra, mi novela "El fuego y las cenizas", editada por Pez de Plata. Condujo la presentación-charla, con excelente tino, el escritor Ricardo Menéndez Salmón. Así pues, vaya mi agradecimiento a Rafael Gutiérrez, de La Buena Letra; a mi amigo Ricardo, a la editorial y a todos cuantos asistieron al acto.

Carmen Kurtz

Carmen Kurtz (1911-1999) El pasado 15 de septiembre se cumplieron cien años del nacimiento de la escritora Carmen Kurtz. Nació en Barcelona y su verdadero nombre era Carmen de Rafael Marés. A los 23 año se casa con el alsaciano Pierre Kurtz y se marcha a vivir a Francia. Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial Kurtz es llamado a filas. Carmen envía a su hija a España y entra a trabajar en el consulado español. Kurtz es hecho prisionero y liberado en 1942. Al año siguiente regresan a España. En 1957 Carmen se separa de su marido. Sus peripecias personales durante la guerra constituyen la base autobiográfica sobre la que construye su primera novela, Duermen bajo las aguas, con la que gana en 1954 el premio Ciudad de Barcelona. La novela se publicaría al año siguiente. En 1956 consigue el premio Planeta con El desconocido. Con posterioridad, y hasta los años setenta, alterna la publicación de novelas con la literatura infantil, género en el que obtuvo también varios premios. Las novelas

Un rostro, dos momentos

Estas dos fotografías vienen en el libro Stevensoniana (1910), de J. A Hammerton. Llevan la leyenda: "Dos interesantes retratos de R. L. Stevenson, tomados en Australia en 1893." No solo interesantes, sino intrigantes, diría yo. Se sabe que RLS partió de Apia (Samoa) rumbo a Australia en febrero de 1893. Tras una breve escala en Auckland arribó a Sidney el 28 de febrero y se hospedó, junto con su mujer, en el hotel Oxford. El 20 de marzo parte de nuevo hacia Samoa. Si los datos son ciertos estas fotos se debieron tomar en el intervalo de apenas tres semanas. Sin embargo, entre una y otra parece que hayan transcurrido años. En ambas fotografías vemos a un Stevenson formalmente vestido, con chaqueta de buen paño, lejos de los terciopelos chillones de que gustaba en su bohemia y un tanto desastrada juventud. Pero entre las dos retratos hay marcadas diferencias. En el de la izquierda Stevenson esboza una ligera sonrisa en un gesto amable. Su mirada, clara y penetrante, inspira s

Presentación en Oviedo

Eduardo San José y Jorge Ordaz en Foro Abierto Ayer tuvo lugar en Foro Abierto, de la Librería Cervantes, la presentación en Oviedo de mi novela "El fuego y las cenizas", editada por Pez de Plata. Hizo la presentación -espléndida- Eduardo San José, profesor del Departamento de Filología Española de la Universidad de Oviedo. Agradezco muy sinceramente a Foro Abierto, a mi amigo Eduardo, a la editorial y a todos los asistentes al acto su magnífica acogida.

La timidez de los libros

"Los libros son tímidos, pensaba, quieren estar solo con quien los ha elegido, no les gustan las manos extrañas." (Giulia Alberico, Los libros son tímidos , Periférica, 2011)

Superdetectives

"La señorita Wigmore se sirvió otro vaso de ginebra. - No lo sé. Es uno de esos personajes maravillosos que encuentran sermones en las piedras y joyas robadas en los ojos de las ranas... -¡Tía!... -Bueno, mujer, quiero decir superdetectives. Y no deseo conocer otro igual." ( Y así morimos , de James Sandys, José Janés, Barcelona, 1950. Traducción de Luis Jordá) P. S. James Sandys escribió media docena de obras de carácter policiaco. Sin embargo no he podido encontrar en Internet ninguna obra de este autor con el título de And So We Die , que es el que figura como original en la edición de Janés. Curioso, por no decir raro.

Reportaje TPA

He aquí un breve video sobre "El fuego y las cenizas": Jorge Ordaz en TPA Noticias (04/09/11). Redactor: Roberto Echevarría Cámara: Carmen Colunga Ilustraciones: Enrique Oria

Tagore

Portada de una de las ediciones de Tagore, de Zenobia Camprubí. El sesquicentenario del Rabindranath Tagore (1861-1941) está pasando con más pena que gloria, al menos por estos lares. Sin embargo hubo una época en que Tagore era toda una celebridad y uno de los escritores más leídos en todo el mundo. Cuando en 1913 obtiene el premio Nobel, Zenobia Camprubí consigue un ejemplar de la versión inglesa de Gitanjali (Ofrenda lírica), una de sus obras más conocidas, y tras su lectura decide traducirla al castellano. Zenobia conocía bien el inglés por tener raíces familiares en Estados Unidos y Puerto Rico. Zenobia le envía una copia a Juan Ramón Jiménez, y éste no solo queda entusiasmado sino que le pide más traducciones. Una vez casados, y durante más de diez años, Zenobia traduce una treintena de obras de Tagore, y lo hace a un nivel que algunos estudiosos consideran por encima de las a menudo cuestionables traducciones inglesas. Como figura en sus ediciones, impresas en la madrile

Reseñas

Ilustración de Enrique Ornia para El fuego y las cenizas (Pez de Plata, 2011) He aquí dos reseñas recientes de mi novela El fuego y las cenizas . La de Javier Lasheras en su blog y en la revista Literarias : http://www.escritoresdeasturias.es/literarias/firmas-y-opinion/el-movimiento-browniano-por-javier-lasheras-21082011.html Y la de Eduardo San José en el periódico La Nueva España : http://www.lne.es/cultura/2011/09/01/tercer-hombre-manila/1123489.html

John Locke

John Locke (1632-1704) El inglés John Locke es conocido sobre todo como filósofo. En muchos aspectos fue un personaje característico del nuevo estilo de intelectual. De buena familia, estudió medicina en Oxford y se enfrentó a la tradición aristotélica. Fue miembro de la Royal Society y un defensor a ultranza de la filosofía experimental. En el Ensayo sobre el conocimiento humano (1690) menciona a los mecanicistas modernos: Boyle, Sydenham y Huygens, así como al "incomparable Mr. Newton". En Locke encontramos una mezcla de fe en las matemáticas mezclada con cierto escepticismo general en torno a las posibilidades de la razón fuera de la esfera matemática. En su opúsculo Elementos de Filosofía Natural , publicado por primera vez dentro de The Works of John Locke (Londres, 1823), el filósofo hace referencia a los materiales constituyentes de la Tierra. En concreto, en el capítulo VIII, trata de forma sucinta las distintas clases de tierras, piedras, metales, semimetales y