Raras materias escriptorias

"Antes, y después del siglo V, se ofrecen extrañas materias, en que alguna vez se ha escrito; pero no pueden con propiedad comprehenderse baxo la apelación de materia escriptoria, por no haber tenido Época de uso común, aunque latamente se tolere en algunas esa calidad. El Padre Mabillon la atribuye a las pieles de los Peces, alegando ciertos diplomas de distintos Soberanos, que vio Puricello escritos en ellas; Ulpiano a los libros de marfil; San Isidoro a los intestinos de Elefante, en cuyo número incluye Escalígero los libros Elefantinos de la Bibliotheca Ulpia; y podrían igualmente admitirse la Ilíade, y Odisea de Homero, escritas en aquel célebre intestino de Dragón, prolongado en ciento y veinte pies, que fue lastimosamente reducido a cenizas por León Isáurico, con la famosa Bibliotheca de Cosntantinopla; pero en todos estos, como en los libros de hojas de plata, cobre, y otros metales, (prescidiendo de meras inscripciones) tiene más parte la ostentación, o capricho, que la costumbre. Aún a los libros de texidos de seda no excluye de este concepto el Jurisconsulto Trotz. Un náugrafo describió su tempesta en la espalda de una Tortuga..."

(Josep de Mora, marqués de Llió: Observaciones sobre los principios elementales de la Historia, Real Academia de Buenas Letras de Barcelona, 1756)

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