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Mostrando entradas de febrero, 2009

Planta avispera

Esta lámina se encuentra en el libro Aparato para la historia natural española (Madrid, 1754), del franciscano José Torrubia. Desde que la vi por primera vez siempre me ha intrigado. Es una lámina enigmática. El Aparato... es uno de los primeros tratados españoles de carácter paleontológico; contiene, como reza el subtítulo de la obra, "muchas dissertaciones physicas, especialmente sobre el Diluvio"; y trata de resolver "el gran problema de la Transmigración de Cuerpos Marinos, y su Petrificación en los más altos Montes de España". La mayoría de los grabados ilustran fósiles y petrefactos encontrados en España y sus colonias de ultramar, pero de improviso el autor nos cuela esta lámina extraña. Cuenta el fraile franciscano que, estando convaleciente en La Habana, en la quinta de recreo de don Sebastián de Peñalver, "hallé el día 10 de febrero de 1749 algunas avispas muertas en el campo (pero enteros todos los esqueletos con sus alas) de cuyo vientre salía un

Caminos

Efrem Zimbalist, Jr: Alguien ha quitado las señales de mi camino. Lana Turner: Alguien ha pintado flechas en el mío. Un camino a la nada. ( Brotes de pasión , de John Sturges, 1961. Guión de Charles Schnee, basado en la novela By Love Possessed , de James Gould Cozzens)

Alejandría según Forster

En 1923, al año siguiente de haber publicado Alexandria: A History and a Guide, E. M. Forster dio a la luz otro libro de ensayos acerca de la antigua ciudad: Pharos and Pharillon . El libro se estructura en dos partes. En la primera, "Pharos", Forster recrea diversos episodios del pasado egipcio, romano y árabe de la ciudad, y evoca personajes como Clemente o san Atanasio. Cierra esta primera parte un poema del entonces desconocido Konstandinos Kavafis, traducido por el propio Forster: "The God Abandons Antony". "Pharillon", el oscuro faro sucesor del destruido Pharos, da nombre a la otra sección del libro, que reúne bocetos de la Alejandría moderna e incluye el ensayo "The Poetry of C. P. Cavafy", con el que dio a conocer al poeta griego. Es claro que Forster se inclina más por la mítica Alejandría del pasado que no por la actual: "La ciudad moderna no requiere un comentario entusiasta. Su prosperidad material parece asegurada, pero escaso

Humphry Davy

Sir Humphry Davy (1778-1829) ha pasado a la historia de la ciencia principalmente por sus aportaciones en el campo de la química, sin embargo era también un gran conocedor de la geología. Muy joven trabó amistad con Thomas Beddoes y John Hailstone, que le introdujeron en el mundo de las rocas y minerales. Con solo 23 años comenzó a dar conferencias en la Royal Institution de Londres; y a partir de 1805 dictó, con gran éxito de público, una serie de diez conferencias sobre temas geológicos. Uno de los asistentes fue Roderick Impey Murchison, quien con los años se convertiría en uno de los geólogos más influyentes de la época victoriana. Cuando viajaba Davyprocuraba siempre observar la geología de los lugares por los que pasaba. En su viaje a Escocia recorrió algunos de los puntos de interés señalados por el célebre James Hutton y conoció a James Hall y a John Playfair, divulgador éste último de las teorías huttonianas. En Francia se detuvo en la región volcánica de la Auvernia, escenari

El bar de Encarna

Seguramente recordarán la escena. En la novela de Juan Marsé Últimas tardes con Teresa (1966), en el primer capítulo de la tercera parte, Teresa y sus amigos se reúnen en el bar Saint-Germain-des-Prés, en la zona baja, cerca de la Rambla. -¡Encarna! -llamó Teresa, levantándose-. Una ginebra Giró y un vaso de leche. Se oyó una voz cavernosa, aventurera y entrañable: "¿Una llet, nena? Qui és aquest animal que beu llet?"... Pues bien, he aquí, en el centro de la foto, detrás de la barra del Saint-Germain-des-Prés, a la célebre Encarna. Sentados en sendos taburetes, a la izquierda, mi madre; a la derecha, mi padre (q.e.p.d.) (Foto tomada hacia 1960).

Poesía de vanguardia para ligar

En la película Under the Yum-Yum Tree (1963) de David Swift, basada en la obra teatral homónima de Lawrence Roman, Dean Jones trata de seducir a Carol Lynley, bajo la inquisitiva mirada de Jack Lemmon. Para ello utiliza una explosiva combinación a base de mezcal y lectura del poema erótico "Puella mea" de... ¡e. e. cummings! Para que luego digan de la poesía "modernista". (Adiós, Longfellow y la zarzaparrilla)

Rousseau

"El reino mineral carece en sí de algo amable y atrayente: sus riquezase encerradas en el seno de la tierra parecen haber sido alejadas de las miradas de los hombrs para no tentar la codicia. Están allí como en reserva para servir un día de suplemento a las verdaderas riquezas que están más a su alcance, y cuyo gusto va perdiendo a medida que se corrompe." Esta palabras figuran en el "séptimo paseo" de Las ensoñaciones de un paseante solitario, obra de Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), publicada póstumamente en 1782. Al igual que Voltaire el escritor suizo no mostró ninguna simpatía o afección por la geología, ciencia entonces aún titubeante con demasiada carga teológica. Por lo que a las ciencias naturales se refiere, sus preferencias se dirigían al mundo de los seres vivos, en especial al reino vegetal. Lo cierto es que, rebasados los sesenta y cinco años, Rousseau descubre la Botánica, y a su estudio dedicará gran parte del tiempo hasta su muerte. Más adelante,

Cuestión de ovarios

Acaba de salir el libro de Daniel P. Barash y Nanelle R. Barash titulado Zorros, ciencia, erizos y literatura. Un análisis darwinista de la literatura. Se trata de un libro interesante, aunque discutible, que aplica la psicología evolutiva a ciertas obras y caracteres literarios. Felicito a la editorial Belacqua por su publicación. Hasta aquí todo bien. Pero hay una cosa que no me gusta. No me gusta el título que le han puesto. Es largo y enrevesado y se aparta del original, más corto y contundente: Madame Bovary's Ovaries . Y es que pedirlo puede ser un lío. Supongamos que entro en una de estas grandes superficies en las que hay muchos libros pero ningún librero, me acerco a un dependiente o dependienta y le digo: - Desearía un libro que se llama Zorros, erizos ... No: Erizos, ciencia ... Perdón: Literatura, erizos, zorros . .. A estas alturas lo más normal es que el dependiente o dependienta ya se haya marchado. En cambio, imaginemos que abordo decidido al dependiente o depend

Halo de muerte

"Lina sabía que estaba muy cerca, casi rozando sus cabellos... Con la imaginación veía sus ojos oscuros, un poco amarillentos por la bilis, mezclada con la ira, las mandíbulas tan apretadas, que estaban a punto de saltarse el esmalte de los dientes a consecuencioa de la presión, mientras los puños, los dedos, finos y sensibles, tenían marcados en blanco los nudillos a fuerza de apretar la "nada" dentro de la palma de la mano... ¿Resistiría por mucho tiempo la frialdad de las estalactitas que se hundían en su cuerpo?" ( El halo de la muerte , de An. Herbell, s.f. pero años 50) Nota: An. Herbell huele a pseudónimo, pero desconozco quién se esconde tras él. No he podido encontrar ninguna pista.

Romero

Entre tanto ruido de crisis, espionajes y mangoneos varios ha pasado casi desapercibida la noticia del fallecimiento de Luis Romero. Romero formaba parte de la generación de autores que se dieron a conocer a principios de los años cincuenta del pasado siglo. Escribió, en castellano y catalán, obras narrativas y de carácter histórico y documental, en especial sobre la guerra civil. La noria -para mi su mejor novela- ganó el premio Nadal en 1952, y con El cacique logró el premio Planeta en 1963. Si alguien quiere conocer cómo era la vida cotidiana en la Barcelona de la posguerra debería leer esta magnífica obra coral que es La noria . No conocí a Luis Romero, pero le vi varias veces. Fue en los años sesenta, en Cadaqués, donde él pasaba largas temporadas. Lo vi entonces paseando por la Riba o sentado en la terraza del bar Marítim. Solía llevar una gorra marinera y cuando se la quitaba su calva era brillante y morena. Descanse en paz.

Wordsworth

El hecho de que el nacimiento de la geología moderna coincidiese en Inglaterra con la explosión del romanticismo literario propició un circuito de enriquecimiento mutuo del que se beneficiaron tanto escritores como científicos. En este sentido la geología deviene una disciplina "poética", y si hay un poeta en el que la geología ejerció una influencia directa este fue William Wordsworth (1770-1850). Se ha dicho, basándose en un pasaje de La excursión (1814), que Wordsworth tenía en poca estima a los geólogos de campo, a quienes miraba como unos aburridos recolectores de hechos. Nada más lejos de la realidad. Esta supuesta falta de consideración se desvanece en cuanto profundizamos un poco en los conocimientos que de geología tenía Wordsworth y las relaciones que mantuvo con algunos geólogos de su tiempo. De hecho, son numerosos los ejemplos en los que la poesía y la prosa de Wordsworth reflejan el aprecio que sentía por la filosofía de la geología, de Whiston a Whewell

Ifigenia

Mañana, en el teatro Jovellanos de Gijón, la compañía Nun Tris Producciones va a representar la tragedia Iphigenia de Jean Racine, en la traducción que de esta obra hizo Gaspar Melchor de Jovellanos en 1769. Quien sienta la curiosidad de acercarse al manuscrito original de este texto puede hacerlo a través de la página web del Instituto Feijoo del Siglo XVIII (acceso desde este blog, en los enlaces a webs).

La fama por los suelos

He aquí, resistiendo las inclemencias del tiempo y las pisadas de los peatones, mi baldosa en la Plaza de los Escritores de Pravia.