Ir al contenido principal

Rousseau

"El reino mineral carece en sí de algo amable y atrayente: sus riquezase encerradas en el seno de la tierra parecen haber sido alejadas de las miradas de los hombrs para no tentar la codicia. Están allí como en reserva para servir un día de suplemento a las verdaderas riquezas que están más a su alcance, y cuyo gusto va perdiendo a medida que se corrompe."
Esta palabras figuran en el "séptimo paseo" de Las ensoñaciones de un paseante solitario, obra de Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), publicada póstumamente en 1782. Al igual que Voltaire el escritor suizo no mostró ninguna simpatía o afección por la geología, ciencia entonces aún titubeante con demasiada carga teológica. Por lo que a las ciencias naturales se refiere, sus preferencias se dirigían al mundo de los seres vivos, en especial al reino vegetal. Lo cierto es que, rebasados los sesenta y cinco años, Rousseau descubre la Botánica, y a su estudio dedicará gran parte del tiempo hasta su muerte.
Más adelante, en el citado libro, dice: "Es fácil, lo confieso, ir recogiendo arena y piedras, llenarse los bolsillos y el gabinete y darse con eso aires de naturalista, pero quienes se aplican y se limitan a estos tipos de colecciones son, de ordinario, ricos ignorantes que no buscan en ellos sino el placer de la ostentación." Está claro que entre las ensoñaciones del paseante Rousseau no figuraban las piedras.

Comentarios

  1. Aunque su corazón fuese más duro que una piedra... O si no, que se lo pregunten a sus hijos, a su esposa...

    ResponderEliminar
  2. Cierto. Es de estos autores que cuanto más sabes de sus vida privada menos ganas te entran de leerlos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares

Criterion

  Sin lugar a dudas, The Criterion , fundado y editado por T. S. Eliot en 1922, es una de las mejores revistas literarias británicas del siglo XX. La nómina de colaboradores que tuvo este magazine trimestral, hasta su último número publicado en 1939, conforma un catálogo bastante representativo de lo más granado de la intelectualidad, no solo británica, del período de entreguerras. En sus páginas escribieron luminarias como Pound, Yeats, Proust o Valéry, por citar solo cuatro.   El primer número de The Criterion , salido en octubre de aquel annus mirabilis , es realmente impactante y marca el sello característico de su editor, expresado a través de sus "Commentary"; a saber, la compatibilidad entre una ideología ideología católica y conservadora y una defensa a ultranza de la vanguardia modernista. En este ya mítico número 1, se incluye, por ejemplo, la primera aparición en letra impresa de The Waste Land de Eliot, y la crítica encomiástica de Valéry Larbaud del Ulises, de

Escritura y moral

  La primera obligación de un escritor es tratar todos los temas con la más elevada, la más digna y la más valiente de las disposiciones (...) El espíritu con el que se aborda un tema, un ingrediente relevante en cualquier tipo de literatura, es de absoluta importancia si hablamos de obras de ficción, reflexión o poesía, pues ahí no solo da color, sino que de por sí elige los hechos; no solo modifica, sino que conforma a la obra (...) No rechazamos una obra maestra aunque estemos preparados para detectar sus defectos; sobre todo, no nos preocupa encontrar sus defectos, sino sus méritos: Por supuesto no hay libro perfecto, ni siquiera en su concepción, pero no hay duda de que hay muchos que hacen disfrutar al lector, que le hacen mejorar en su vida o que le levantan el espíritu (...) En literatura, como en todo lo que hacemos, nunca podemos esperar la perfección. Lo único que cabe es hacer todo lo posible  porque así sea, y para ello solo hay una regla: lo que pueda hacerse despacio no

Simpson

George Gaylord Simpson (1902-1984) George Gaylord Simpson fue sin duda uno de los importantes paleontólogos del siglo XX, especialista en mamíferos fósiles, gran teórico evolucionista y experto lingüista. Después de su muerte, su hija descubrió  entre sus papeles el manuscrito de un relato de ciencia-ficción escrito en los años setenta y titulado The Dechronization of Sam Magruder . Se publicó en 1996, con prólogo de Arthur C. Clarke y epílogo de Stephen Jay Gould. Fue traducido al castellano por María Belmonte y publicado al año siguiente por la editorial Mondadori con el título Entre dinosaurios . El relato de Simpson narra las peripecias de un "cronólogo", Samuel Magruder, que en 2162, y gracias a un proceso de su invención conocido como "descronización", viaja nada menos que ochenta millones de años atrás, o sea, al período cretácico. Magruder es consciente de que es el único humano en un valle poblado de gorgosaurios, celurosaurios, tiranosaurios y otros