En marzo de 1991 escribí en el suplemento cultural de La Nueva España un artículo titulado “Robert Ruark, y al fondo África”. Por entonces Ruark era ya una sombra lejana. Me temo que continúa siéndolo. Robert Chester Ruark nace en Southport (Carolina del Norte) en 1915. Estudia en la universidad del Estado y más tarde se traslada a Washington para ejercer el periodismo, una actividad que ya no abandonará. Tras la II Guerra Mundial, en la que estuvo alistado en la Marina, publica sus primeras novelas que le valen un lisonjero éxito. Con el triunfo profesional aún no asumido, Ruark entra en una depresión de la que saldrá tras una estancia en Kenia con su mujer Virgina. Ruark queda fascinado por aquellas tierras y se aficiona a los safaris. Una vez instalado en Palamós no dejará de ir a Kenia casi todos los años. Fruto de sus experiencias en aquel país serán Horn of the Hunter (1953) y sus novelas Algo de valor (1955) y Uhuru (1962). Algo de valor , ambientada durante la cruenta revue