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Mostrando entradas de febrero, 2007

Presentación de Ricardo Menéndez Salmón

Hace unos días inauguré mi particular homenaje a Joseph Conrad –este año se celebran los 150 de su nacimiento- leyendo una vez más este magnífico manifiesto literario que es el Prefacio de la novela El negro del “Narcissus” . En la primera frase del mismo escribe Conrad: “Una obra que aspire, por humildemente que sea, a la condición de arte debe llevar su justificación en cada línea.” Inmediatamente me acordé de Ricardo Menéndez Salmón. Yo acababa de terminar La Ofensa , su última novela, y pensé que tal vez su autor hubiese tenido en cuenta este consejo en el momento de escribirla. En efecto, La Ofensa es una obra en la que se trasluce en cada frase, en cada línea, una férrea voluntad de estilo, una honesta aspiración a alcanzar la obra bien hecha, de modo que el logro final no es sino la suma de muchos otros pequeños logros. Con esta espléndida obra, editada por Seix Barral, Ricardo Menéndez Salmón ha empezado a ser conocido y reconocido en lo que algunos llaman, un tanto pomposamen

Pensamientos de Rusiñol

Santiago Rusiñol publicó Màximes i mals pensaments en 1927, cuatro años antes de su muerte. Se trata de un libro de aforismos o máximas morales en los que se refleja el pensamiento de un Rusiñol cansado, enfermo y desengañado. Como dice Margarida Casacuberta en el epílogo de la reciente edición de L'Avenç (Barcelona, 2006), "No es patrimonio del Rusiñol viejo, esta manera de entender el mundo: es patrimonio del nuevo Rusiñol que surge de las curas de desmorfinización y de la intervención quirúrgica que lo devuelve a la vida con el nacimiento del nuevo siglo, es decir, del Rusiñol que ha dejado cerrado en un mausoleo el ideal de artista que hasta entonces había encarnado." He aquí una pequeña muestra de estos escépticos, irónicos, agridulces y melancólicos pensamientos: - Los que buscan la verdad merecen el castigo de encontrarla. - El escritor que cuida demasiado el estilo es que tiene pocas cosas que decir, y aquel que no lo cuida nada, más valdría que no las dijese. -

Tipología de la felicidad

En la novela de Frederic Prokosch Balada de amor (1960), el narrador-protagonista dice a propósito de la felicidad: "Existen tres clases de felicidad. Está la euforia del animal joven y fuerte: el crudo goce de la carne, el impacto del viento, del mar y del sol; el sabor de las uvas que revientan en la boca o el olor de los bosques una mañana de otoño. Está la felicidad que proporciona el alivio: la paz que sigue al sufrimiento, la serenidad que sigue al caos, la confianza del amanecer. Y está la felicidad de la revelación: la emoción que da el deslumbramiento ante el logro del hombre o el esplendor natural." Puede ser. Aunque tal vez, en el fondo, todo se reduzca a lo que decía el viejo Fontenelle: que la felicidad consiste en ocupar poco espacio y moverse poco.

Creemos conocer

¡Cuántas veces nos equivocamos! Creemos conocer bien a un tipo cuando algo que ocurre de pronto nos demuestra que no lo conocíamos en absoluto. Lo mismo sucede entre los amigos más íntimos. Piensa la de veces que sucederá en nuestras relaciones con hombres y mujeres que no son íntimos amigos. En estos casos nos damos cuenta de lo poco que sabemos de nuestro prójimo. ¿Quién me conoce? ¿Quién me conoce a mí en este mundo? (Robert Millhauser a un amigo, en Ourselves To Know , de John O'Hara).

Perlas de Peralta

Lima fundada o conquista del Perú es un larguísimo poema heroico del erudito peruano Pedro de Peralta Barnuevo (1663-1743), publicado en 1732. Según datos proporcionados por el estudioso Luis Alberto Sánchez en su obra El Doctor Océano (1967), el autor criollo tardó "menos de un año en escribir más de mil doscientas octavas, o sea cerca de diez mil versos, a lo que se deben añadir las notas marginales, cuyo caudal excede al de los versos. Si cada verso supone un promedio de seis palabras tendríamos un estimado de sesenta mil palabras métricas y no menos de cien mil en prosa, es decir, un total de ciento sesenta mil palabras escritas (sin contar las otras empresas en que se hallaba ocupado Peralta) en alrededor de cuatrocientos cincuenta días, o sea un promedio de trescientas cincuenta palabras en prosa y verso al día, más la investigación comprobatoria indispensable, jornada no despreciable, dada la calidad de la obra, aunque tampoco reveladora de ninguna urgencia excesiva. Como

Diálogo de barra

Daniel Taradash fue guionista de algunas memorables películas de los años cincuenta: Encubridora (Fritz Lang, 1952), De aquí a la eternidad (Fred Zinnemann, 1953) y Picnic (Joshua Logan, 1955). En 1952 escribió el guión de Niebla en el alma , dirigida por Roy Baker y protagonizada por Richard Widmark y Marilyn Monroe en su primer papel dramático. En una de las escenas de la película Widmark, piloto de profesión que acaba de discutir con su novia en la barra del bar de un hotel, mantiene el siguiente diálogo con el camarero, interpretado por Willis Bouchey. R.W. ¿Está casado? W.B. Claro. Quién no. R.W. ¿Usted y su mujer discuten constantemente? W.B. Algunas veces ella duerme. R.W. El 78% de los pilotos de las líneas aéreas Sky Way están casados. Si uno se casa se convierte en estadística. W.B. Ya. Quédese soltero y acabará hablando con camareros. Fin de la escena.

Axel de Fersen

En la película Maria Antonieta , de Sofia Coppola, el conde sueco Hans Axel von Fersen aparece en varias escenas, en una de las cuales nos lo retrata como entregado amante de la joven reina. Sin embargo, el conde fue algo más que una mera aventura en la vida de María Antonieta, fue su mejor amigo y tal vez la persona que, una vez iniciada la revolución, más hizo por salvarla de una muerte segura. No lo consiguió y, a partir de entonces, la vida del conde adquirió unos tintes trágicos. Regresó a su país, intervino en varias conspiraciones y se le hizo culpable de la muerte del príncipe real Cristian Augusto. No era cierto, pero el destino ya estaba fijado. En 1942, Nicolás González Ruiz publicó Axel de Fersen , un estudio biográfico en el que repasa la vida del noble sueco y su romántico amor por María Antonieta. Así describe el cruento final de Fersen: El 20 de junio de 1810 (...) fueron transportados a Estocolmo los restos del Príncipe real. A las once de la mañana, el conde Fersen, g

Un cartel de lo más explícito

El cartel que había sobre la caja registradora del bar La Maroma y el Mazo revelaba la actitud de Antek, el "Patrón", hacia la West Division Street: ME HAN PEGADO, PATEADO, RETORCIDO, DEFRAUDADO, TIRADO AL SUELO, DETENIDO, REBAJADO, CALUMNIADO, ENGAÑADO, DESILUSIONADO, CONTRARIADO, INSULTADO, PEGADO EN LA CABEZA Y CASADO. POR LO TANTO, ADELANTE Y PIDE FIADO. NO TENGO INCONVENIENTE EN ELLO. (Nelson Algren, El hombre del brazo de oro , 1949).