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Mostrando entradas de septiembre, 2006

Ventajas de la leche cuajada

"La Leche Cuajada limpia el organismo del hombre; adentro de él, ensancha su vida. Los mayores arcanos suelen estar a nuestro alrededor; también algunas maravillas; la costumbre excusa la conciencia, miramos sin ver y, lo que es peor, creyendo que nada queda por ver y vamos a lo remoto, menos inalcanzable que lo inmediato, en busca de esfinges y de maravillas. El elixir de la larga vida, de los cuentos y de algunas débiles fallas de nuestra desesperanza, es por todos conocido: la Leche Cuajada, alimento de Matusalén". Así empieza el folleto publicitario La Leche Cuajada de La Martona, escrito circa 1936 o 1937 , por Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares. Fue su primera colaboración y, de entrada, pueden decirse dos cosas: primera, que el dúo ya prometía; y, segunda, que cualquier tema es bueno para hacer literatura. Si se quiere, claro.

La frontera invisible

De vez en cuando aparece en la prensa algún artículo que habla de Portugal. Ahora, con motivo de la visita oficial del presidente Cavaco Silva he leído unos cuantos. Se habla, una vez más, de historia compartida, desunión y federalismo ibérico. En un de los artículos se cita a Gaziel: "Pocas veces la insensatez humana habrá establecido una división más falsa". Me recuerda un párrafo que encontré, sorprendentemente, en un libro de geología ( Lecciones de Geologia , de Francisco de Luxán, Madrid, 1841). Dice así: "Los límites geográfico-geológicos no siempre coinciden con los políticos de las naciones: los más son artificiales, debidos a las convenciones de los hombres, y sujetos a error, y base de disgustos y de guerras interminables. Y ciertamente, si los consejeros de Felipe IV hubieran sabido Geología, a falta de amor patrio y de corazón español, habrían preferido mil veces la muerte a la mengua de firmar la separación de Portugal".

El valor del silencio

"El silencio es la última expresión de la admiración, de la indignación, del odio, del amor, de la plegaria. La grandeza de los animales se debe a su taciturnidad de oráculos. ¡Qué miseria, hablar! Miseria más grande todavía escribir. (Marcel Jouhandeau, Nunc dimittis , 1978). Nota al margen: Este Jouhandeau -viejo, católico, homosexual- era el mismo que, en mayo del 68, se dirigió a los jóvenes manifestantes que desfilaban frente a su casa diciéndoles: "¡Acabaréis todos notarios!". No andaba desencaminado.

Curiosidades dieciochescas

Al final del Compendio curioso del atlas abreviado , de Ginés Campillo, en el apartado titulado "Computación de varias noticias", se pueden leer algunas bien curiosas. Por ejemplo: . El primero que azotó a los muchachos en las nalgas en la Escuela fue Theosastres. (Digo yo si a la vista del aumento del acoso escolar en las aulas no sería conveniente reivindicar la olvidada figura de Theosastres). Otras noticias que nos dispensa Campillo son de carácter obstétrico: . En 1485 parió una mujer en Génova diecisiete hijos de un parto. . En 1672 parió una mujer en un lugar de Francia una hija, que estaba preñada de otra, que recibió el bautismo. . Una mercadera de la ciudad de Amiens parió siete veces por un lado.

La faena de Leiris

Michel Leiris, en la introducción a La literatura considerada como una tauromaquia, dice: "Poner al descubierto ciertas obsesiones de orden sentimental o sexual, confesar públicamente las deficiencias o cobardías que más le avergüenzan, han sido para el autor el medio (...) de introducir al menos la sombra de un cuerno de toro en una obra literaria." Y yo digo: ¡¡¡Ooolé!!!

Lectura de Harold Nicolson (II)

El 10 de marzo de 1949 Vita Sackville-West escribe a su marido Harold Nicolson desde Granada. Le dice Vita que no ha podido dictar la conferencia que tenía que dar porque "the University has gone on strike". ¿La universidad de Granada en huelga en 1949? El editor del libro ( op. cit .), Nigel Nicolson, el hijo de ambos, nos aclara en una nota a pie de página que esta no era la verdadera razón de la cancelación de la conferencia, sino que Vita tenía la gripe y se hallaba con fiebre. Ya me extrañaba. A Vita Sackville-West le encantaba España, no en vano por sus venas corría sangre española (su abuela era la bailarina granadina Josefa Durán, a quien dedicó un libro: Pepita , 1937). A su marido no le gustaba y se mostraba muy reticente a viajar a España. Además, aborrecía a Franco. En septiembre de 1953 los dos, junto con su nuera Philippa (esposa de Nigel), emprendieron un viaje en coche a través de Francia hasta llegar a Cadaqués y Tossa de Mar. Pero de este viaje el editor de

Criterios de selección

Desconfío de los libros que exhiben el nombre del autor en caracteres mucho mayores que el título. Evito comprar aquellos libros que tienen las letras de la cubierta en relieve. Ya sé que son criterios meramente formales, pero por algo hay que empezar.

Lectura de Harold Nicolson (I)

Leo en Diaries and Letters 1945-1962 (1968), de Harold Nicolson, la siguiente entrada del diario correspondiente al 21 de noviembre de 1946: "Soy consciente de que mis facultades físicas están decayendo. Me estoy volviendo ligeramente sordo. Intelectualmente no observo decadencia: puedo escribir con la misma facilidad, lo que tal vez es un defecto. No he notado que mi curiosidad, mis intereses o mi capacidad de disfrute y entretenimiento hayan menguado. Lo triste de llegar a los sesenta es que uno pierde todo sentido de la aventura (...) En literatura, la explicación es simple: aunque trabaje duro, no soy lo suficiente inteligente para escribir mejor de lo que lo hago." No es necesario compartir en su totalidad el diagnóstico de Nicolson, pero lo cierto es que estas palabras se entienden mucho mejor cuando uno acaba de cumplir precisamente los sesenta años.