Figuras en la oscuridad
La figura se movió, silenciosa como un gato gigantesco, y de pronto se aplastó contra la pared oscura, confundiéndose con ella. Otra persona había hecho su aparición en la galería. Pude oír el suave roce de unos pasos en el pavimento. Vi que la mano del intruso se movía en dirección a su cintura, se escondía un instante, para reaparecer en seguida. Mostraba ahora la centelleante hoja de un gran cuchillo. De haber tenido fuerzas para gritar, lo hubiera hecho; pero estaba paralizada por el terror, y mi garganta no acertaba a producir ningún sonido. Sabía, sin embargo, que debía advertir del peligro a los demás habitantes de la casa. Hice un esfuerzo... pero algo acalló el grito que mis labios todavía no habían iniciado.
(Leslie Ford, Asesinato en Honolulú. Colección "El Búho", 1956. Traducción de Gabriel Ferrater. Portada de Coll).
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