Fragmento de diálogo entre esposos
Y ahí desnuda en tu sueño
sobre la cama tendida
desarmada de toda prevención y yo te espío
libre en tu belleza
en la curva de tus rodillas
en la piel que te envuelve como un regalo
en tus pechos
y en la boca que sueña palabras nunca dichas
por boca alguna
y tu pelo sobre la almohada
y la mano al hueco de mi mano
y ese vientre preciso
y esos muslos donde ansío romperme
como el frágil cristal que soy.
¿Quién que haya vivido ha podido dejar de amar alguna vez
todo esto que digo?
¿Quién que te haya conocido como yo lo he hecho
podría dejar de quererte?
Creo que entiendo hacia donde pretendes ir con tu verso
fácil.
Tus tretas de poeta hoy no te servirán.
¡Déjame dormir!
No lo puedo evitar.
Ni quiero.
Y ya te aviso. Mi consigna es clara:
¡Incendiarte entera para que me quemes entre tus brazos!
(Miguel Rojo, Diálogos entre esposos. Eolas Ediciones, 2024).
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