Hacer tun


Antes de salir de esta jurisdicción, voy a proponer un problema a los sabios de Lima. Atravesando cierto español estos montes en tiempo de guerra con los indios del Chaco, se vio precisado una noche a dar descanso a su caballo, que amarró a un tronco con un lazo para que pudiese pastear cómodamente, y por no perder tiempo, se echó a dormir un rato bajo de un árbol frondoso, poniendo cerca de su cabezera una caravina proveyda de dos balas. A pocos instantes sintió que lo dispertaban levantándole de un brazo, y se halló con un indio bárbaro, armado de una lanza y con su caravina en la mano, quien le dixo con serenidad: "español, haz tun"; esto es, que disparase para oir de cerca el ruido de la caravina. El español, echando un pie atrás, levantó el gatillo y le encajó entre pecho y espalda las dos balas al indio, de que quedó tendido.

Se pregunta a los alumnos de Marte si la acción de el español procedió de valor o covardía, y a los de Minerva si fue o no lícita la resolución del español.

(Concolorcorvo, El lazarillo de ciegos caminantes. Edición de A. Lorente Medina, Editora Nacional, Madrid, 1980).      

Publicar un comentario