Relatos de una pedicura


Mi clientela está formada en gran parte por jubilados. Si fuera socióloga, dividiría sus aficiones en tres categorías:perro, jardín y viajes cortos. Las combinaciones más frecuentes son perro y jardín y viajes cortos y jardín. Casi nunca se da la asociación perro y viajes cortos. Estas aficiones provienen de una época en la que esos jubilados eran jóvenes, trabajaban y criaban hijos. En la jubilación se siguen cultivando tales aficiones, incluso con más intensidad, pero en algún momento el perro se convierte en el último perro, el jardín en el último jardín y el viaje en el último viaje.

(Katja Oskamp, Marzahn, mon amour. Traducción de Santiago Martín Arnedo. Hoja de Lata, 2023). 

Comentarios

(2)
  1. Ennuyé avec mon Weltschmerz16/9/23, 22:32

    Guardo un recuerdo memorable de mi abuelo. Si tuviera que dividir sus aficiones en cuatro categorías, éstas serían:

    - Reparación y trapicheo de cachivaches inservibles.
    - Jugar a las cartas.
    - Atender la huerta.
    - Ir los domingos al "desguace" (discoteca provecta) con su amigo del alma.

    Liberado del yugo del trabajo y con su exigua pensión se las compuso para llevar una vida grata hasta el final de sus días, aunque no me consta que jamás pusiera sus pies en una pedicura ni fuera consciente de la posibilidad de estarse fumando su último cigarro; y es que como afirmaba Goethe: "La tranquilidad de espíritu es algo maravilloso".

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  2. Jorge Ordaz17/9/23, 18:25

    No sé, tal vez de haber encontrado una Katja Oskamp su vida habría cambiado...

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