La hora del frío
Tarde o temprano llega un frío terrible.
Somos jóvenes, fuertes y nos va más o menos bien, pero en algún momento de la vida pasaremos por una crisis, que puede tomar mil formas: soledad, desazón inexplicable, enfermedad, desajuste químico, ruptura, apatía. Y llegaremos a la intemperie.
La música, el arte, las lecturas, la filosofía; con lo vivido, lo escuchado y lo reflexionado se crea un búnker mental. Pero hay que tener los deberes hechos; uno pierde a la madre y no piensa: bueno, ahora voy a ponerme a escuchar Cadena Dial, a ver si me alivia. Se trata, dice Joan Margarit, de "convertir el dolor en tristeza. El dolor no se puede gestionar; la tristeza sí".
(Marta D. Riezu, Agua y jabón. Anagrama, 2022).
Siguiendo a Josep María Esquirol, la toma de conciencia de la intemperie es un descubrimiento existencial que forma parte de la propia condición humana. En su opinión, ante una situación de intemperie la interdependencia es algo primordial y resolvía la cuestión con un acertijo budista:
ResponderEliminar- Cuál es la manera de que no se seque una gota de agua?
- Dejándola caer en el océano
Sea o no un acertijo budista, la solución es ingeniosa.
ResponderEliminar“La felicidad sólo nos es concedida fugazmente. En la euforia, el tiempo pasa por nosotros sin dejar rastro. Grados elevados de placer y de reconocimiento lo aniquilan. Por otra parte, el dolor y el tiempo están indisolublemente amalgamados”. Ernst Jünger: El problema de Aladino
ResponderEliminarEl tiempo todo lo relativiza, para bien y para mal. Sabio Jünger.
ResponderEliminar