El cojuelo en Londres
"Como el decurso de este cuento exige que nos familiaricemos de vez en cuando con ciertos detalles relacionados con la economía doméstica de Sampson Brass, y probablemete no se presente otro lugar más idóneo que este, el narrador tomará al amistoso lector de la mano y, saltando con él por los aires, y surcándolos a una mayor velocidad con la que viajaron don Cleofás Leandro Pérez Zambullo y su familiar, aterrizará con él en la acera de Bevis Marks." Así empieza el capítulo 33 de La tienda de antigüedades (1841), de Charles Dickens. (Traducción de Bernardo Moreno Carrillo, Nocturna Ediciones, 2011). Es evidente que la mención a don Cleofás hace referencia al personaje del estudiante que aparece en El diablo Cojuelo, del escritor sevillano Luis Vélez de Guevara. La pregunta, sin embargo, es: ¿Leyó realmente el novelista inglés al escritor español?
Al poco de su publicación en 1641, El diablo cojuelo se hizo muy popular y se hicieron varias ediciones. Ahora bien, la fama de la novelita de Vélez de Guevara empezó a rebasar las fronteras a partir de 1707, cuando el escritor francés Alain-René Lesage, conocido por sus apropiaciones y expolios de clásicos castellanos, lanza al nercado Le diable boiteux. Esta recreación o imitación es la que llega a Inglaterra traducida al inglés, logrando inmediatamente un enorme éxito, tanto en sus versiones en prosa como ensus adaptaciones teatrales. A lo largo del sigo XVIII y hasta bien entrado el XIX proliferan las ediciones de The Devil Upon Two Sticks o The Devil Upon Crutches, que con estos dos títulos se conoció la historia del diablillo cojitranco. Como continuación a Le diable boiteux de Lesage, William Combe escribió Devil on Two Sticks in England, en seis volúmenes (1790-91).
Posiblemente Dickens leyó la historia del cojuelo a través de la edición londinense de Knight y Lacey de 1824, con ilustraciones de Cruikshank, dibujante que también había trabajado en varias obras de Dickens. Lo que vale la pena señalar es que si Dickens introduce con gran naturalidad la cita de don Cleofás en La tienda de antigüedades, es porque el personaje y la historia eran bien conocidos por el común de los lectores. Por cierto, la primera traducción al inglés de la obra original de Vélez de Guevara, The Limping Devil, no apareció hasta 2018, en traducción de Robert Rudder e Ignacio López Calvo.
Quiero leerlo. Conozco vagamente la existencia del diablo cojuelo, pero no he leído a Vélez de Guevara. Voy a pedir una prórroga de vida (en cuanto sepa a quién hay que dirigir la instancia y dónde hay que presentarla).
ResponderEliminar"El diablo cojuelo" es un relato fantástico con gracia y a la vez con crítica. Una mezcla muy imitada posteriormente.
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