Con mucho busto


 

Erik el belga robaba obras de arte para acostarse con ellas. Además de amor a la literatura, este libro, que surgió con vocación de bustos, es álbum familiar, cuaderno de viajes, azarosos apuntes incompletos de literatura universal, memorias de memorias, textos escogidos, textos casuales, textos asimétricos, bibliografía suelta, autobiografía, enciclopedia dispareja y recopilación meguada de escritores que busqué, me salió al paso su figura, su cuna o su tumba, o llegaron a mí por caminos inescrutables, fueran o no de mi gusto, célebres o desconocidos, con publicaciones a sus espaldas o sólo con una ilusión, laureados u olvidados, incluso algún ágrafo. Como es natural, faltan muchos, es decir, faltan todos excepto 301, y posando con ellos, certifico el encuenrto; no es fetichismo, como el de Erik, y más que egocentrismo es un acto excéntrico, salgo presto a buscarlos para demostrar mi admiración.

(Pepe Monteserín: "Introducción del autor" a Con mucho busto. Luna de Abajo, Oviedo, 2020).

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