Un poema de Van Doren
Mark Van Doren (1894-1972)
ADIÓS y GRACIAS
Lo que haya dejado sin decir
cuando esté muerto
oh musa perdóname.
Tú siempre estuviste allí,
como luz, como aire.
Aquellas grandes y buenas cosas
que hasta el más insignificante pájaro canta
¿Entonces por qué yo no?
Aun así gracias incluso entonces,
dulce musa, amén.
(Mark Van Doren, Collected and New Poems, 1963. Traducción: J.O.)
Y Quién sería la musa afortunada de Van Doren que se mereció ese adiós tan emotivo.
ResponderEliminarA saber; pero tal vez la abandonara él.
ResponderEliminarPues sí Jorge, llevas razón. Es que estaba tan metida en el papel o en el poema de V.D. que no me di cuenta de su final.
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