Ugalde
Pedro Luis Ugalde Ramo (1946-2013)
(Foto de Carles Suqué, en La edad de oro, 1976)
Me entero del repentino fallecimiento de mi amigo Pedro Ugalde y, de repente, en medio de la sorpresa y el dolor por su pérdida, se me vienen encima cantidad de recuerdos. Nos conocimos en el colegio y desde entonces siempre nos mantuvimos en contacto. Son incontables las horas que nos hemos pasado hablando de cine y literatura y compartiendo gustos y lecturas. Descanse en paz.
Reproduzco a continuación la entrada que le dediqué en este blog el 9 de enero de 2009:
No todo el mundo puede presumir de tener una novela y un libro de
poemas con sendos prólogos de Juan Marsé y Jaime Gil de Biedma. El
abogado y escritor Pedro Ugalde (Barcelona, 1946) puede hacerlo, pero no
lo hace.
En Los años contados (2008), el recientemente fallecido José Luis Giménez Frontín se refiere a Ugalde al hablar de la revista Hora de Poesía,
de cuyo inicial comité de redacción ambos formaron parte, y dice: "...
parecía empeñado en mantener su abultada obra fuera de todos los
circuitos editoriales al uso". (Por cierto que este Ugalde del que estoy
hablando es el mismo que, mal nombrado -J. Luis Ugalde-, aparece como
testigo involuntario de una vodevilesca escena descrita por Miguel
Dalmau en la biografía Jaime Gil de Biedma).
Ciertamente,
Ugalde es uno de los escritores mas "secretos" y de mayor talento de su
generación, pues la mayoría de su obra en verso y en prosa, ha sido
autopublicada en ediciones de pequeña tirada que solo hemos podido
paladear unos pocos amigos suyos. Lo mismo sucede con sus traducciones
poéticas (Valéry, Vigny, Shelley, Browning, Pound), a excepción de Endymion de Keats y el Don Juan de Byron.
En el prólogo a su novela La segunda vida
(1980) Marsé dice que esta "inquietante, sombría novela... es el
resultado de una narración de aliento poético que ha sabido respetar las
sombras y las luces de la amarga noche original, la ambigüedad y, a
menudo, el misterio de una existencia singularmente azarosa y las
premoniciones y desvalimientos de un corazón herido, todo eso, en fin,
que permite a la imaginación poética restablecer una lógica más
coherente que la de la realidad".
En prosa tiene tiene Ugalde Un autorretrato (1979), 16 fragmentos (1982) y Obra póstuma (1983). Como poeta es autor, entre otros, de La edad de oro (1976), El libro de Jennifer (1978), Norte magnético (1979, con prólogo de Jaime Gil de Biedma) y Un Donatello entre fieras (1980). La mayor parte de su poesía está reunida en Mikrokosmos (Lentini Editor, 1987).
La edad de oro
es, en mi opinión, uno de los mejores libros de poemas de los años
setenta del pasado siglo. A pesar de ser una edición del autor, José
María Guelbenzu le dedicó media página de El País
(11-06-1978). Eran otros tiempos. En su reseña Guelbenzu resalta la
coherencia de sus poemas con el "arte poética" que abre el libro, y en
la que, entre otras cosas, se afirma: "Supongo el fin de la poesía en un
confín ideal, en el conocimiento por el verbo. Más allá solo hay la
utopía del silencio, la pureza misma. Por la palabra y sólo en ella sabe
el hombre el mundo en que está, quién es. El afán absoluto de la poesía
es el silencio".
Pedro Luis Ugalde, poeta y compañero de "Hora de Poesía", la revista que fundamos con Javier Lentini y otros poetas amigos... Siempre quedábamos en vernos un día, pero a medida que se acercaba ese día, me llamaba por teléfono e íbamos posponiendo el encuentro. No se sentía animado de salir de Badalona (donde vivió los últimos años), me decía, y venir a los jardines del Ateneo de Barcelona, donde habíamos quedado en vernos. Habrá que hacer algo para reivindicar su obra poética.
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