El soñador

El poder de los sueños: ¿RLS en el bauprés de la Hispaniola?

Una vez, hace muchos años, quise escribir una poesía en alabanza a Robert L. Stevenson. Del poema en cuestión solo recuerdo este pareado: "Stevenson era un soñador,/soñó de niño y de mayor." Resulta fácil deducir que un servidor no estaba precisamente tocado por el estro poético, por lo que en consecuencia mis preferencias a la hora de escribir acabaron inclinándome hacia el cultivo de la prosa. Tiempo después, leyendo su libro A través de las praderas me topé con un ensayo que se titulaba "Un capítulo sobre los sueños". Supe entonces que, si bien la hechura de aquellos versos adolescentes era manifiestamente mejorable, el fondo seeguía siendo cierto: Stevenson fue un soñador.
En el mencionado ensayo, el autor habla de cómo muchas de las historias que luego plasmaría en sus cuentos y novelas, le surgieron de entre los sueños. Cuenta que en sus años de estudiante en la universidad de Edimburgo adquirió la costumbre de empezar a dormir contándose a sí mismo historias, de manera que "la gente menuda (little people) que dirige el teatro interior del hombre" hiciese su cometido dando forma a las mismas.
¿Quienes eran estos pequeños entes? Stevenson nos da la respuesta: son sus duendes (brownies) "que me hacen la mitad de mi trabajo mientras duermo y que, muy probablemente, hacen también el resto cuando estoy bien despierto y creo fervorosamente hacerlo yo mismo. La parte hecha cuando duermo es innegablemente la de los duendes; pero la realizada cuando estoy levantado no es necesearioamente mía, pues todo parece indicar que los duendes, incluso entonces, han puesto ahí su mano."
No cabe duda: Stevenson fue un soñador que, con la ayuda de sus insomnes duendecillos, supo sacar provecho de sus sueños. Para vigilia nuestra.

Comentarios

(4)
  1. Por esa razón RLS es uno de mis escritores favoritos. El ripio es tan malo como exacto.

    Pues yo me voy de vacaciones con parte de los sueños de RLS.

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  2. Viaje y un poco de RLS. ¡No es mala combinación para unas vacaciones!

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  3. La fotografía es emocionante. Recuerdo Catriona, David Balfour y sus correrías por los brezales. El final de sus aventuras cerca de Edimburgo con Alan Stewart. ¿Se llamaba así?.

    Saludos de su lector y gracias por este documento de RLS.

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  4. Correcto: Alan Breck Stewart, el compañero de correrías jacobita de David Balfour. ¡Inolvidable pareja!
    Saludos.

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