Hierro cósmico
(De Rocks from Space, 1994, de O. Richard Norton)
Al final del capítulo XVI de Meridiano de sangre, de Cormac McCarthy, el grupo de Glanton pasa por el presidio de Tucson y se detiene en una herrería. El herrador era "un hombre menudo y recio de nombre Pacheco y tenía por yunque un enorme meteorito de hierro en forma de muela grande..."
Aquí no inventa McCarthy. Hubo en realidad un meteorito que fue usado como yunque en la herrería del antiguo destacamento mexicano de Tucson. No se sabe quién descubrió este hierro cósmico, de una inusual forma en anillo, ni cuándo se le dio este uso. Hay quien dice que fue encontrado en un cañón llamado Puerto de los Muchachos en las Montañas de Santa Rita, cerca de la actual ciudad de Tubac. Permaneció en el presidio muchos años al servicio de las caballerías del ejército mexicano, hasta la Compra de Gadsden de 1853.
El siderito de Tucson es muy rico en níquel e iridio y está clasificado como una ataxita. En la actualidad se conserva en la Smithsonian Institution de Washington, D.C.
Vaya... Me resulta muy interesante tu lectura del libro de McCarthy. Abres nuevos caminos que yo no había captado. Tendré que releer.
ResponderEliminarEn ese sentido, te comento que en el libro de Pierre Michon, Mitologías de invierno. El emperador de Occidente, que edita Alfabia con prólogo de Ricardo Menéndez Salmón, hay un par de capítulos (de la primera parte) que, creo, te podrán resultar de interés y muy productivos.
Un abrazo y gracias por el blog.
Gracias, Rafael, por tu opinión y por la sugerencia del libro de Michon. Me lo apunto.
ResponderEliminarEste verano quiero ir de vacaciones al Cráter de Chicxulub.
ResponderEliminarme temo, Juan, que va a ser un poco difícil. Pero por intentrarlo...
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