Max Beerbohm
Max Beerbohm en 1951
Max Beerbohm (1872-1956) se dio a conocer como caricaturista y humorista en la década de 1890, sobre todo en la revista The Yellow Book, cuyo editor artístico era el dibujante e ilustrador Aubrey Beardsley. Beerbohm estuvo muy ligado al teatro (su hermanastro era el afamado actor Herbert Beerbohm Tree) y como crítico teatral sucedió a George Bernard Shaw en el Saturday Review.
A partir de su casamiento con la actriz norteamericana Florence Kahn fijó su residencia en Rapallo, en la Riviera italiana. En esta época publica dos de sus mejores obras: Zuleika Dobson (1911), su única novela, y Seven Men (1919), que contiene el relato fantástico "Enoch Soames", que tanto le gustaba a Borges. (Nota para aficionados a las coincidencias: Beerbohm, Beardsley y Borges nacieron un 24 de agosto; el mismo día que el que esto escribe.)
Beerbohm no dejó escritas sus memorias, pero por sus numerosas cartas conocemos muchos rasgos de su personalidad -culto, dandi, brillante conversador e inevetablemente witty-, así como sus peculiares opiniones sobre libros y personas ("¿Ha visto alguna vez -le escribe a G.B.S.- un pudín de arroz frío derramado en la acera de Gower Street? Yo no. Pero parece el símil perfecto para describir la escritura de H. G. Wells".)
Beerbohm pertenece a la estirpe de escritores, cada vez más rara, cuya obra -sustentada en la inteligencia, la elegancia y el sentido del humor- constituye una forma civilizada de comunicación y un efectivo antídoto contra la ramplonería y la vulgaridad.
A partir de su casamiento con la actriz norteamericana Florence Kahn fijó su residencia en Rapallo, en la Riviera italiana. En esta época publica dos de sus mejores obras: Zuleika Dobson (1911), su única novela, y Seven Men (1919), que contiene el relato fantástico "Enoch Soames", que tanto le gustaba a Borges. (Nota para aficionados a las coincidencias: Beerbohm, Beardsley y Borges nacieron un 24 de agosto; el mismo día que el que esto escribe.)
Beerbohm no dejó escritas sus memorias, pero por sus numerosas cartas conocemos muchos rasgos de su personalidad -culto, dandi, brillante conversador e inevetablemente witty-, así como sus peculiares opiniones sobre libros y personas ("¿Ha visto alguna vez -le escribe a G.B.S.- un pudín de arroz frío derramado en la acera de Gower Street? Yo no. Pero parece el símil perfecto para describir la escritura de H. G. Wells".)
Beerbohm pertenece a la estirpe de escritores, cada vez más rara, cuya obra -sustentada en la inteligencia, la elegancia y el sentido del humor- constituye una forma civilizada de comunicación y un efectivo antídoto contra la ramplonería y la vulgaridad.
"Enoch Soames" es uno de los mejores relatos que haya leído en toda mi vida. Por cierto, el personaje del artista que hace el retrato ¿no está inspirado precisamente en Beardsley?
ResponderEliminarEn una prosa dedicada a Marilyn Monroe, Truman Capote menciona que su profesora de interpretación, Constance Collier, estuvo casada con Beerbohm, un dato que no he visto repetido en ninguna otra parte. Extraños caminos que llevan al pobre Soames muy cerca de Marilyn.
Un abrazo.
JLP
Por lo que yo sé, hacia 1903 Max Beerbohm formó parte como actor de la compañía de su hermanastro Beerbohm Tree. Allí conoció a la joven actriz Constance Collier, con la que tuvo un affair. Pero nunca se casaron. Sí es cierto que la Collier dio algunas clases de interpretación a Marilyn Monroe cuando el rodaje de Los caballeros las prefieren rubias.
ResponderEliminar(José Luis, enhorabuena por tu nuevo libro de poemas, que espero leer pronto)
Un abrazo.